Introducción
El trastorno obsesivo compulsivo de contaminación debe considerarse una de las subcategorías del trastorno obsesivo compulsivo (TOC), por lo que se caracteriza por la presencia simultánea de
- pensamientos no deseados y recurrentes ( obsesiones )
- rituales, es decir, comportamientos irracionales y repetitivos ( compulsiones ) que la persona pone en marcha para intentar controlar o neutralizar la ansiedad provocada por pensamientos obsesivos.
Las compulsiones a menudo interfieren significativamente con la vida del individuo, implican incomodidad así como un uso considerable del tiempo, comprometiendo consecuentemente el desempeño normal de las actividades diarias.
Los pacientes con este trastorno son conscientes de que sus pensamientos y conductas son excesivos e irrazonables , pero con cada intento de resistir, se produce un aumento de la ansiedad que les lleva a ceder, a incurrir en conductas compulsivas.
Habitualmente la persona afectada por el Trastorno Obsesivo Compulsivo intenta evitar en la medida de lo posible todas las situaciones referentes al contenido de sus obsesiones, por ejemplo si el individuo teme contaminarse evitará realizar todas aquellas conductas que considere riesgosas, tocar una manija de puerta,. ..).
Las obsesiones suelen centrarse en áreas específicas, una de ellas es el miedo a contaminarse.

iStock.com/tzahiV
Causas
El trastorno obsesivo compulsivo de contaminación es el subconjunto más común de TOC y representa aproximadamente el 25% de los casos.
La obsesión más común es el miedo a contraer una enfermedad terminal, como el VIH o un tumor ; situaciones cotidianas como tocar picaportes y postes del metro pueden provocar ansiedad por temor a que una persona afectada por la enfermedad en cuestión pueda haberla tocado anteriormente.
La edad de aparición es en promedio entre la niñez y la adolescencia tardía o la adultez temprana, pero con algunas diferencias entre los dos sexos (las mujeres tienden a manifestarlo a una edad más tardía que los hombres).
Hasta la fecha no es posible identificar con precisión las causas desencadenantes del trastorno, pero se sospecha que puede haber un fuerte componente de familiaridad (la presencia de familiares cercanos afectados por esta patología parece constituir un factor de riesgo importante).
Otras hipótesis se refieren a aspectos neurobiológicos , antecedentes familiares , desequilibrios durante las etapas del desarrollo , estrés , eventos traumáticos relacionados con enfermedades o contaminaciones que el sujeto ha sufrido personalmente o de terceros. En este último caso, la persona puede haber sido particularmente afectada por estos eventos y no haber expresado o procesado suficientemente las emociones suscitadas por esta experiencia.
En ocasiones las causas están relacionadas con las formas en las que se colocaron sobre el tema, por las figuras de referencia (por ejemplo los padres), las cuestiones relacionadas con la limpieza, control y gestión de los accionamientos. Es importante comprender cómo la persona percibió y elaboró estos temas.
En general, se cree que la enfermedad puede ser el resultado de una combinación variable de uno o más de estos factores.
Finalmente, algunos autores creen que este trastorno también puede tener su origen en pulsiones y conflictos que nunca han sido aceptados y / o elaborados adecuadamente.
En cuanto a la proyección de estos miedos, contrariamente a lo que se podría pensar normalmente, el miedo a la contaminación no se limita simplemente a la suciedad y posibles virus, sino que puede incluir entre otras cosas:
- fluidos corporales (sudor, saliva, moco, lágrimas, sangre, semen) y sustancias de desecho (heces y orina),
- basura,
- productos químicos para el hogar,
- radioactividad,
- cristales rotos,
- personas que parecen indispuestas o sucias,
- comida en mal estado,
- jabón,
- mascotas y pájaros,
- animales muertos,
- papel prensa,
- y así.
De hecho, no hay límite para lo que puede convertirse en objeto de obsesión, incluso si las enfermedades suelen ser la entidad más frecuente.
Una creencia sorprendente también es que una pequeña cantidad de contaminante puede ser responsable de la contaminación de un área particularmente grande, como una pequeña gota de sangre y una habitación entera.
Síntomas
Los síntomas típicos del TOC son:
- Miedo intenso, a menudo un terror real, de contraer una enfermedad.
- Preocupación excesiva e irrazonable por ensuciarse o contaminarse debido al contacto con gérmenes, virus y bacterias.
- Implementación de comportamientos repetidos e irracionales, que el individuo realiza para prevenir o minimizar la probabilidad de contaminación, entre estos los más frecuentes son:
- Lávese las manos u otras partes del cuerpo durante mucho tiempo y muchas veces al día. Muy a menudo el individuo dedica gran parte del día a la limpieza porque está convencido de que nunca es suficiente.
- Limpieza y esterilización excesiva de superficies, objetos y ropa.
- Visitas médicas frecuentes (o análisis de sangre) a las que se somete la persona, sin que exista una necesidad real, pero que son necesarias para calmar la excesiva preocupación por la salud.
- A menudo la persona evita todas las situaciones o comportamientos que considera de alto riesgo de contaminación, entre estos los más frecuentes son:
- Evite cenar en un restaurante o en la casa de otras personas por temor a que la comida esté contaminada.
- Evite el uso de baños públicos por temor a que no estén lo suficientemente limpios.
- Evite estrechar la mano de personas que el individuo considere «en riesgo».
- Evite tocar superficies y objetos que la persona considere contaminados porque han sido tocados por otras personas.
- Implementación de rituales que el individuo realiza para calmar la ansiedad y porque está convencido de que pueden neutralizar el riesgo de contaminación. Hay muchos tipos de rituales y muy a menudo las personas con contaminación TOC inventan otros muy personales, con la importante función de calmar la ansiedad ya que la persona está convencida de que tienen un poder descontaminante. Por ejemplo, puede estar convencido de que abrir y cerrar los párpados al menos tres veces eliminará el riesgo de contraer una determinada enfermedad. Ejemplos típicos de rituales son:
- abrir y cerrar los párpados,
- para contar,
- repetir mentalmente frases o palabras un cierto número de veces,
- alinear objetos,
- organizar,
- manténgase alejado de ciertos objetos o ciertos colores.
- Con mucha frecuencia sucede que las personas afectadas por esta patología también involucran a los familiares en sus rituales, pidiéndoles que implementen ciertos comportamientos, la mayoría de las veces excesivos e irracionales.
- La persona siente un fuerte estado de malestar si no puede llevar a cabo sus rituales o acciones de limpieza.
Complicaciones
El trastorno puede tener fuertes repercusiones en las relaciones emocionales, sociales y laborales.
Diagnóstico
Cualquiera puede expresar ocasionalmente pensamientos y miedos irracionales, pero esto en sí mismo no significa tener una perturbación ; sin embargo, el paciente con TOC convierte estos miedos en una ansiedad creciente, una causa de malestar y dificultades prácticas en la vida cotidiana.
El diagnóstico desde el punto de vista médico se formula en base al DSM-5, el manual estadístico y diagnóstico de los trastornos mentales, en base a criterios específicos y tras excluir que los síntomas estén vinculados por ejemplo a otra condición médica oa uso de sustancias (drogas de abuso, drogas, …).
Tratamiento y terapia
La persona afectada por este trastorno muchas veces reconoce la irracionalidad de sus pensamientos y logra admitir que sus comportamientos son excesivos, por eso la psicoterapia es casi siempre aplicable, muchas veces apoyada en un tratamiento farmacológico. En detalle, las terapias más efectivas son:
- Psicoterapia cognitivo-conductual : el objetivo es que la persona sea capaz de sustituir ideas obsesivas por pensamientos más racionales y en consecuencia también modificar su comportamiento. Una de las técnicas más utilizadas es la de exposición, que consiste en pedir al paciente que se exponga gradualmente a las situaciones que le generan ansiedad, comenzando por las menos ansiosas, hasta que la ansiedad disminuya significativamente.
Los pacientes que padecen Trastorno Obsesivo Compulsivo de Contaminación deben ser tratados con extrema precaución porque el riesgo de descompensación es muy alto, además es fundamental crear una alianza terapéutica eficaz con el paciente antes de proceder con técnicas cognitivo-conductuales. - Psicoterapia psicodinámica: lleva al paciente a reelaborar el conflicto y los impulsos no aceptados para que puedan ser abordados, gestionados y satisfechos de forma equilibrada y lo más libre de culpas posible. La terapia psicodinámica no es directiva, por lo que no prevé la asignación de «deberes» y no proporciona al sujeto instrucciones a seguir en diferentes situaciones, sino que se basa en el análisis de las defensas y la elaboración de conflictos. El paciente podrá redefinirse a sí mismo y ser más consciente de su vida interior y la de los demás. La terapia psicodinámica también permite abordar los problemas relacionales que puedan surgir como consecuencia de esta patología. Finalmente, el paciente podrá comprender cuáles son los factores desencadenantes y estresantes,
- Terapia farmacológica : en algunos casos es necesario combinar la psicoterapia con la terapia farmacológica, por lo que es fundamental la intervención de un médico especialista en psiquiatría. Solo un cuidadoso examen médico y psiquiátrico nos permitirá establecer qué tipo de fármaco es el más adecuado para el paciente, pero se ha comprobado que en general fármacos como la clomipramina y la fluvoxamina tienen un buen nivel de eficacia. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el tratamiento farmacológico no resuelve definitivamente el problema, pero sin dejar de permitir el manejo de los síntomas.
Deja una respuesta