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Introducción
La tendinitis de Aquiles ( tendinopatía de la milenrama ) es la inflamación del tendón que conecta los músculos de la pantorrilla (parte inferior y posterior de la pierna) con el hueso del talón y que tiene la función de garantizar una reserva de energía elástica al saltar, caminar y correr, mientras Reducir el gasto energético.
La condición se caracteriza por dos síntomas en particular:
- dolor,
- se sintió justo por encima del talón,
- más o menos intenso,
- comienza y aumenta cuando haces movimientos que requieren el uso del tendón,
- se acentúa en caso de presión sobre la zona afectada;
- hinchazón.
La tendinitis de Aquiles generalmente es causada por una lesión que ocurrió durante la carrera o la práctica de deportes, que puede deberse a una tensión excesiva en el tendón, generalmente como resultado de
- ejercicio agotador,
- saltos
- u otras actividades que tensionen los tendones y los músculos de la pantorrilla.
La causa exacta de la lesión aún no se comprende completamente, pero se cree que puede desarrollarse después de microtraumatismos repetidos que conducen a una degeneración progresiva y daño a las fibras que forman el tendón de Aquiles.
Ocasionalmente, un trauma importante (como una tensión ) o el mantenimiento de posturas incorrectas también pueden contribuir a la inflamación.
En muchos casos es posible recurrir a un tratamiento conservador con un pronóstico generalmente positivo, mientras que las lesiones más graves pueden implicar la rotura del tendón y por tanto requerir una cirugía para reparar los tejidos dañados.
¿Dónde se encuentra el tendón de Aquiles?
El tendón de Aquiles es un conjunto resistente de fibras elásticas que conectan los músculos de la parte posterior de la pantorrilla con el hueso del talón; es el tendón más grande y resistente del cuerpo humano.

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El nombre dado al tendón obviamente deriva de la mitología griega, que cuenta cómo Aquiles fue sumergido por su madre Teti en el río Stegi para protegerlo de los peligros de la guerra; para sumergir su cuerpo lo más posible, lo sostuvo con la mano derecha en su tendón, para que el agua no tocara esta parte de su cuerpo que seguía siendo vulnerable. Durante la Guerra de Troya, Aquiles fue alcanzado por una flecha envenenada en el tendón en cuestión, que luego lo mató.

Por Antoine Borel (1743-1810) – Antoine Borel, siglo XVIII, Dominio público, Conexión
Causas
También llamado tendón calcáneo, el tendón de Aquiles se utiliza al caminar, correr, saltar,… para aumentar la velocidad de la marcha y reducir el gasto energético.
La tendinitis de Aquiles generalmente es causada por una tensión repetitiva y / o demasiado intensa del tendón:
- aumento rápido de la distancia o la velocidad de las carreras de entrenamiento,
- correr cuesta arriba o escaleras a alta velocidad, si no está entrenado o después de un período de inactividad física,
- actividades deportivas que requieren saltos y reinicios repentinos, como baloncesto o tenis,
- ejercicio físico realizado sin calentar,
- programa de actividad física nuevo o demasiado intenso, después de un período de no hacer ejercicio regularmente,
- poca flexibilidad de los músculos de la pantorrilla,
- correr sobre superficies duras o irregulares,
- calzado gastado o inadecuado para hacer deporte,
- pie plano, que aumenta el esfuerzo requerido por el tendón de Aquiles,
- otras malformaciones, incluso leves, del pie, el tobillo o la pierna, que pueden hacer que el tendón se tense más de lo normal,
- Lesiones traumáticas del tendón.
Rara vez se ve favorecido por eventos traumáticos.
Factores de riesgo
- Los atletas masculinos suelen sufrir este trastorno con más frecuencia que las mujeres.
- Con el paso de los años el flujo sanguíneo hacia el tendón disminuye y con ello la elasticidad y resistencia propias de los años anteriores, por lo que la edad se convierte en un factor de riesgo una vez superados los 30 años aproximadamente.
- Sobrepeso .
- Uso de calzado inadecuado o de mala calidad.
- El uso de antibióticos específicos (fluoroquinolonas, como levofloxacina) aumenta el riesgo de lesión del tendón.
- Diabetes y otras enfermedades que pueden causar problemas de circulación.
- Errores de entrenamiento, por ejemplo, debido a la falta de variación o al aumento demasiado rápido:
- duración,
- intensidad,
- distancias recorridas por la carrera,
- Diferencia de altitud cubierta.
Síntomas
El síntoma más común de la tendinitis de Aquiles es el dolor , que surge gradualmente y empeora con el tiempo:
- Por la mañana, al despertar, el dolor puede ser particularmente intenso y luego disminuir gradualmente después de los primeros pasos.
- puede ir acompañado de un dolor leve en la parte posterior de la pierna y por encima del talón después de una carrera u otra actividad física,
- Se producen episodios de dolor intenso al correr durante más tiempo, al subir escaleras o al realizar ejercicios físicos más intensos, como correr rápido o esprintar.
- dolor o rigidez del tendón, que se presenta principalmente por la mañana y generalmente mejora después de una actividad física ligera.
Otros síntomas incluyen:
- hinchazón leve en el tendón,
- estallidos o crujidos al tocar o mover el tendón,
- debilidad o debilidad en la parte inferior de la pierna.
Rotura del tendón

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La tendinitis de Aquiles puede progresar y convertirse en un trastorno degenerativo llamado tendinosis de Aquiles : La estructura del tendón cambia: el tendón se debilita y corre un mayor riesgo de sufrir lesiones graves, como una ruptura real; aunque no todos tienen síntomas específicos, se puede sentir lo siguiente:
- un chasquido durante la ruptura real del tendón,
- dolor, a veces muy intenso, e hinchazón,
- incapacidad para doblar el pie hacia abajo,
- incapacidad para cargar peso sobre el pie lesionado.
Este tipo de lesión generalmente requiere cirugía para reparar el tendón dañado.
Cuando llamar al doctor
Si tiene dolor en el tendón de Aquiles o en el talón, consulte a su médico. El dolor podría ser causado por tendinitis de Aquiles, inflamación o lesión en el tejido cercano, por lo que es esencial obtener un diagnóstico oportuno y tratarse adecuadamente.
Mientras espera la visita, puede aliviar el dolor con estas sencillas medidas:
- disminuir la intensidad de la actividad física,
- suspender temporalmente los entrenamientos,
- después del ejercicio o cuando se sienta mal, coloque la bolsa de hielo en la zona dolorida,
- tomar un medicamento antiinflamatorio no esteroideo para la venta en farmacias sin receta, como ibuprofeno (Moment®, Moment Act®) o naproxeno (Momendol®, Aleve®). Siga siempre las instrucciones del paquete.
Si el dolor es severo e incapacitante, vaya a la sala de emergencias de inmediato. Con toda probabilidad, el tendón de Aquiles se rompe, especialmente si:
- el dolor es intenso y aparece de repente,
- no puede doblar el pie hacia abajo o caminar sobre los dedos de los pies,
- no puede cargar su pie o caminar normalmente.
Diagnóstico
El diagnóstico de la tendinitis de Aquiles se basa en responder a las preguntas del médico, el resultado de la visita y, si es necesario, los resultados de las pruebas de imagen.
Visita
El médico toca suavemente el área afectada para comprender
- la localización del dolor,
- intensidad,
- si aumenta debido a la presión,
- si hay hinchazón,
- si hay algún engrosamiento del tendón de Aquiles,
- si hay dolor en el medio del tendón,
- si existen limitaciones en el rango de movimiento posible en el tobillo o una capacidad reducida para flexionar el pie.
Exámenes por imágenes
Las pruebas de imagen pueden ser útiles para descartar otras posibles causas de los síntomas y descubrir lesiones en los tendones. Lo más probable es que su médico ordene una o más de las siguientes pruebas:
- Las radiografías producen imágenes de tejidos duros y pueden ser útiles para descartar otras posibles causas de síntomas; en particular, puede mostrar si la parte inferior del tendón de Aquiles se ha calcificado o endurecido (tendinitis de inserción).
- La ecografía L ‘ utiliza ondas sonoras para producir imágenes de tejidos blandos y puede ser útil para revelar signos de inflamación y lesión en el tendón de Aquiles. El ultrasonido también puede producir imágenes en tiempo real del tendón en movimiento.
- La resonancia magnética (MRI) utiliza un campo magnético y ondas de radio para producir imágenes seccionales o tridimensionales, capaces de mostrar los detalles de tejido degenerado y tendón roto; más que para el diagnóstico es útil en la fase de planificación de la cirugía, porque puede mostrar la gravedad del daño y así permitir al cirujano elegir el mejor abordaje.
Tratamiento y terapia
La tendinitis generalmente se puede tratar con medidas relativamente simples pero, para tener éxito, la terapia requiere mucha paciencia y debe seguir estrictamente las instrucciones dadas por su médico.
Generalmente se recomienda un enfoque combinado que integre:
- remedios prácticos,
- medicamentos antiinflamatorios y analgésicos,
- estiramiento y ejercicio.
En la mayoría de los casos, el tratamiento conservador permitirá un alivio rápido del dolor (unas pocas semanas o meses), aunque puede tardar algunos meses en curarse por completo; si se ha descuidado el dolor, puede llevar hasta 6 meses de paciencia y aplicación.
Remedios practicos
Entre los remedios prácticos para la tendinitis de Aquiles, a menudo se recomienda el protocolo RICE, del inglés Rest-Ice-Compression-Elevation:
- Descansar . El descanso es fundamental para la cicatrización de los tejidos. Dependiendo de la gravedad de los síntomas, la palabra descanso puede significar:
- abstenerse de hacer ejercicio durante varios días,
- disminución de la duración e intensidad del entrenamiento,
- cambiar de actividad y cambiar a un deporte que no fuerce el tendón de Aquiles, por ejemplo, la natación.
Probablemente, si está muy enfermo y no puede apoyar el pie, tendrá que usar un zapato ortopédico y muletas. Su médico le indicará qué tipo de descanso es el más adecuado para su afección.
- Hielo . Aplique el hielo envuelto en un paño sobre la piel, manteniéndolo en su lugar durante 15-20 minutos, seguido de una pausa de 10-15 y luego repita; esto le permite reducir rápidamente la inflamación y la hinchazón. El tratamiento se puede repetir varias veces al día.
- Compresión : un vendaje puede proporcionar alivio, aunque no todos los especialistas lo consideran necesario.
- Levantamiento . Elevar el pie por encima del nivel del corazón durante el descanso nocturno permite favorecer el retorno venoso y linfático, favoreciendo así el drenaje de líquidos y la reducción de la hinchazón.
Analgésicos
Para disminuir la inflamación y aliviar el dolor, es probable que su médico le recete o recomiende un medicamento antiinflamatorio no esteroideo ( AINE ), como ibuprofeno, ketoprofeno o diclofenaco .
El uso prolongado de AINE puede causar, entre otras cosas
- problemas de estómago ,
- sangrado gástrico ,
- úlceras
- y otros efectos secundarios.
Pregúntele a su médico cuánto tiempo necesitará tomar el medicamento y qué controles deberá hacer para evitar efectos secundarios. En casos raros, el uso prolongado puede causar cambios en la función renal mientras que, si tiene problemas hepáticos, consulte a su médico antes de usar productos que contengan paracetamol (por ejemplo, Tachipirina ).
Estiramiento y ejercicio
El estiramiento y el ejercicio adecuados pueden facilitar la curación y prevenir las recaídas. Su médico puede enseñarle las técnicas correctas de primera mano o recomendarle un fisioterapeuta o un experto en medicina deportiva. Entre las técnicas recomendadas recordamos:
- Estiramiento de rodilla rígida. Sentado en el suelo, con la espalda contra la pared: mantén las rodillas rectas y los talones en contacto con el suelo. De esta forma podrás estirar la parte superior de los músculos de la pantorrilla.
- Estírate con las rodillas dobladas. Doble el pie hacia adelante y flexione la rodilla y el tobillo con el talón en contacto con el suelo: esto estirará la parte inferior de los músculos de la pantorrilla.
- Ejercicios para la musculatura de la pantorrilla. Levantar los dedos de los pies o usar una máquina para fortalecer los músculos de la pantorrilla puede ser útil para fortalecer el tendón de Aquiles y tratar sus problemas. Un tipo particular de ejercicios de fortalecimiento (ejercicio excéntrico) ha demostrado ser especialmente eficaz para el tratamiento de problemas crónicos del tendón: un ejemplo de este tipo de ejercicio es el lento descenso al suelo, después de estar de puntillas.
Otras terapias
Entre las otras posibles terapias podemos mencionar las siguientes:
- Un fisioterapeuta puede ser de gran ayuda en el manejo del paciente afectado de tendinitis de Aquiles, mediante técnicas de manipulación, ejercicios específicos y tratamientos como ondas de choque y tecarterapia .
- Los dispositivos ortopédicos protegen o modifican la posición del pie y el tobillo para facilitar la cicatrización. Las cuñas u ortesis que elevan ligeramente el talón pueden aliviar la tensión en el tendón y actuar como un cojín, disminuyendo así la fuerza que se ejerce sobre el tendón.
- La infiltración de corticosteroides ( cortisona ) se puede utilizar con precaución para disminuir la inflamación del tendón en el área con inflamación crónica. Con esta terapia, sin embargo, se ha observado un mayor riesgo de rotura del tendón: para disminuirlo, el médico puede utilizar la ecografía para asegurarse de inyectar el corticosteroide cerca de la zona a tratar, evitando la inyección directa en el tendón.
- Las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) son una terapia más reciente, en parte todavía en estudio, para el tratamiento de la tendinosis de Aquiles (degeneración crónica y aparentemente incurable del tendón de Aquiles) y otros tendones con problemas crónicos. Consiste en inyectar plasma obtenido de la propia sangre del paciente en la zona inflamada (el plasma contiene factores que pueden facilitar la cicatrización).
Cirugía
La cirugía para reparar los tejidos dañados y mejorar la función del tendón solo se considera si una terapia más conservadora que dura varios meses no ha sido efectiva o si la inflamación ha causado una ruptura parcial o total del tendón.
Se utilizan varios métodos, entre los más comunes se encuentran:
- Reparación abierta. Con este enfoque, el cirujano hace una incisión para abrir la pierna justo por encima del hueso del talón, luego procede a coser las dos solapas del tendón roto y sutura la incisión.
- Es posible proceder con incisiones cerradas mediante sistemas de sutura percutánea, pero con inconvenientes relacionados con la dificultad de alinear perfectamente los dos extremos del tendón.
También existen todavía diferentes enfoques, que intentan encontrar el mejor compromiso entre las ventajas que ofrecen las diferentes técnicas.
Prevención
En algunos casos puede ser imposible prevenir la tendinitis de Aquiles, mientras que en otros, sin embargo, puede cambiar su estilo de vida para reducir el riesgo:
- Incrementa tu nivel de actividad física gradualmente.
- Si practicas una actividad física muy intensa, calienta con la calma necesaria antes de comenzar y practica ejercicios de estiramiento también al final.
- Si siente dolor durante cierto ejercicio, deténgase y descanse.
- Siempre que sea posible, alternar deportes con una intensidad de impacto más o menos importante, por ejemplo baloncesto y natación respectivamente, para reducir el estrés al que está sometido el tendivo.
- Use solo zapatos de buena calidad que ofrezcan un soporte adecuado para amortiguar los golpes en el talón y un soporte adecuado para el arco.
- Fortalecer la musculatura de la pantorrilla, para afrontar los estreses provocados por la actividad deportiva con mayor resistencia.
Estilo de vida y remedios prácticos.
Si cree que tiene tendinitis de Aquiles, puede acelerar su recuperación y prevenir más problemas tomando estos remedios sencillos y prácticos:
- Descansar. Evite actividades que aumenten el dolor o la hinchazón. No intente trabajar o jugar cuando sienta dolor. El descanso es esencial para la cicatrización de los tejidos, pero no significa que deba acostarse y no levantarse hasta que haya sanado. Puede participar en actividades y ejercicios que no fuercen el tendón afectado, como actividades de bajo impacto, como bicicletas estáticas o andar en bicicleta.
- Hielo. Para disminuir el dolor, los espasmos musculares y la hinchazón, coloque la bolsa de hielo en el área dolorida hasta por 20 minutos, varias veces al día. Las bolsas de hielo que se adhieren al área, los masajes con bolsas de hielo o los baños de pies con agua helada son remedios igualmente efectivos. Para el masaje con hielo, puedes poner un recipiente de plástico lleno de agua hasta el borde en el congelador, que sostendrás en tu mano colocando la parte congelada directamente sobre la piel.
- Compresión. La hinchazón puede hacer que la articulación pierda movilidad, por lo que recomendamos comprimir la zona hasta que se detenga, utilizando vendajes o vendas elásticas.
- Elevar. Levante el tobillo enfermo por encima del nivel del corazón para disminuir la hinchazón. Es especialmente importante utilizar esta posición por la noche.
- Siga moviéndose: Si bien el descanso es fundamental para tratar la tendinitis, la inactividad prolongada puede endurecer la articulación. Mueva el tobillo lo más que pueda y estire suavemente el tendón de Aquiles para mantener la flexibilidad de la articulación.
- Medicamentos antiinflamatorios: para disminuir el dolor debido a la tendinitis, puede intentar usar medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como aspirina e ibuprofeno, o productos a base de acetaminofeno .
Si crees que necesitas antiinflamatorios durante mucho tiempo, habla con tu médico, ya que algunos de ellos solo deben usarse por períodos cortos (siete a diez días) para evitar complicaciones.
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