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Introducción
La piel es uno de los órganos principales de nuestro cuerpo, el más grande, y además de ofrecer protección al organismo al actuar como una verdadera «barrera» frente al ambiente externo, es responsable de nuestra apariencia y la percepción de lo que nos rodea. , a través del sentido del tacto.
La falta de hidratación, fundamental para asegurar la elasticidad y plasticidad de la piel, determina una reducción del contenido de agua en la capa más superficial de la epidermis, lo que puede conducir a la aparición de diversas manifestaciones clínicas, propias de la «piel seca», entre ellas :
- descamación ,
- grietas
- enrojecimiento,
- inflamación,
- sensación de tensión constante,
- rugosidad extrema,
- picazón .
En casos de mayor gravedad, puede producirse xerosis cutánea, una condición caracterizada por un progresivo secado de la piel que luego aparecerá.
- seco,
- deshidratado
- y marcado por la posible aparición de fisuras profundas (cortes en la piel o grietas reales).
Por tanto, la presencia de piel seca puede provocar sensaciones de considerable malestar en quienes la padecen y para establecer el diagnóstico el médico puede tener en cuenta algunos criterios objetivos, entre los que se encuentran:
- Apariencia pálida o desvitalizada de la piel.
- signos clínicos epidérmicos de descamación o agrietamiento,
- pérdida de elasticidad y, en algunos casos, presencia de inflamación.
Las irregularidades presentes en la superficie de la piel son muchas y variables, pero casi siempre es posible distinguir diferentes etapas de gravedad:
- piel seca (cuando se presenta como una molestia pasajera, caracterizada por una ligera sensación de tirantez y una ligera descamación),
- piel muy seca (si las molestias y la sensación de tensión son persistentes, descamación intensa y si la piel está marcada por algunas grietas),
- xerosis preatópica (la piel en este caso es rugosa y arrugada, con zonas de extrema sequedad y ligera irritación).
¿Cuales son las causas?
La superficie de la piel sana normalmente está protegida por una película hidrolipídica, formada principalmente por agua y lípidos (sebo), que es impermeable y capaz de actuar como defensa de la piel frente a las agresiones externas, limitando también las pérdidas de agua.
En presencia de cambios en el contenido de agua y lípidos en la capa superior de la epidermis (el estrato córneo), la función de barrera se vuelve menos efectiva y la piel comienza a desarrollar diferentes grados de alteración, que van desde una sensación de tensión en la cara. y cuerpo, adelgazamiento, enrojecimiento y aspereza, debido a la pérdida de agua.
Algunas personas están más predispuestas al desarrollo de piel seca desde el nacimiento, como parte de su herencia genética, pero además de una sequedad innata (o constitucional), podemos distinguir otras formas de sequedad cutánea debido a:
- factores climáticos o ambientales (exposición a rayos UV, frío , aire acondicionado, viento, calentamiento excesivo, ambiente seco) que pueden provocar, con la disminución de la humedad externa, una reducción reflejada del contenido de agua en la epidermis;
- excesiva frecuencia de baños / duchas y lavado de la piel en general, así como el uso de detergentes agresivos,
- afecciones de la piel (como eccema atópico , ictiosis o psoriasis );
- otras enfermedades (principalmente trastornos de la tiroides , diabetes );
- deficiencias nutricionales (es fundamental asegurar, además de agua, un adecuado aporte de ácidos grasos, vitaminas y proteínas al organismo, para mantener la piel sana);
- tratamientos médicos (por ejemplo, diuréticos y anticonceptivos hormonales tomados a largo plazo);
- tiene un trabajo que requiere que sumerja su piel en agua,
- natación frecuente en la piscina.
La piel luego sufre cambios fisiológicos a lo largo de los años, por este motivo:
- en los niños la piel está más seca (a excepción de los recién nacidos);
- durante la adolescencia, con la aparición de cambios hormonales, tiende a engordar;
- en la edad adulta, cuando las glándulas sebáceas y sudoríparas reducen su funcionalidad, se vuelve más seca,
- con el envejecimiento la renovación celular no es tan eficaz y la piel también aparece fina y marcada por numerosas arrugas.
Clasificación
En presencia de piel seca, el contenido hidrolipídico del estrato córneo, que es el más superficial de la epidermis, es inferior a los valores fisiológicos.
Sobre la base de este supuesto, es posible clasificar la piel seca, en algunos tipos diferentes:
- Piel seca deshidratada : el déficit se produce por una reducción del componente hídrico («falta de agua») que es fundamental para la función barrera, protección frente a irritantes y para las propiedades mecánicas de la piel. Si la cara está afectada, la piel puede aparecer brillante con poros dilatados y puntos negros.
- Piel seca alipídica : la sequedad cutánea se debe a una secreción insuficiente de sebo que hace que la piel sea más frágil, sensible y sujeta a la aparición de arrugas y signos de envejecimiento.
- Piel seca deshidratada alipídica : las situaciones descritas anteriormente coexisten y la xerosis cutánea es más compleja ya que la secreción reducida de sebo se asocia a una menor funcionalidad de las glándulas sudoríparas y apocrinas.
¿Cuáles son los posibles remedios?
En el caso de molestias persistentes, es buena idea consultar a un dermatólogo, quien podrá establecer, mediante un examen minucioso, si realmente se trata de piel seca y qué está provocando esta afección.
Sin embargo, en la mayoría de los casos es posible intervenir adoptando medidas sencillas, como:
- Tratamientos diarios que implican el uso de productos de higiene no agresivos para la piel y, en su caso, el uso de rehidratadores (según la zona y grado de sequedad, pueden ser en forma de leche, crema, bálsamo, pomada o aceite ); La finalidad de estos tratamientos es disminuir la evaporación del agua, favoreciendo su permanencia en la epidermis y la restauración de la barrera cutánea alterada, así como la nutrición de la piel del rostro.
- Beba al menos 1,5 de agua al día (salvo contraindicación médica).
- Evite ambientes demasiado calientes y cerrados.
- Protege la piel de los rayos ultravioleta.
- Después de la limpieza, dé golpecitos suaves en la cara, sin frotar.
- Si se ha identificado el factor responsable de la piel seca (como en el caso de deficiencias vitamínicas o nutricionales), tomar las medidas necesarias para corregirlo lo antes posible (como una revisión de la dieta).
- En caso de enfermedades de la piel como la dermatitis atópica, la ictiosis o la psoriasis, los productos que requieren prescripción médica pueden ser indispensables.
- Reduzca la duración del baño o la ducha y evite los jabones fuertes.
- Deja de fumar .
Finalmente, si a pesar de la adopción de estas medidas, el problema no mejora y por el contrario persiste
- enrojecimiento,
- sequedad,
- picar
- o molestias que le impiden dormir bien
o si se notan
- úlceras ,
- infecciones
- y grandes áreas de descamación,
Siempre es recomendable consultar a un médico para desarrollar una estrategia terapéutica adecuada.
Fuentes y bibliografía
- Int J Dermatol. Febrero de 2017; 56 (2): 176-183. doi: 10.1111 / ijd.13436. Epub 2016 Dec 4. Las condiciones de la piel seca están relacionadas con la tasa de recuperación de la temperatura de la piel después del estrés por frío más que con el flujo sanguíneo. Yoshida-Amano Y1, Nomura T2, Sugiyama Y1, Iwata K3, Higaki Y4, Tanahashi M1.
- Nurs Personas Mayores. 2018 29 de noviembre; 30 (7): 42-48. doi: 10.7748 / nop.2018.e1082. Mantener la salud de la piel en personas mayores. Lawton S1.
- Folleto de información sobre piel seca , NHS
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