Contenido
Introducción
El prurito anal, también llamado prurito anal, es una condición relativamente frecuente que se caracteriza por una sensación desagradable de picor o ardor en la zona perianal.
Las causas de la picazón anal son múltiples e incluyen
- condiciones de interés puramente proctológico (es decir, enfermedades colorrectales y del ano),
- enfermedades infecciosas,
- dermatitis o enfermedades sistémicas.
En algunos casos no es posible identificar el motivo exacto de esta sintomatología, por lo que hablamos de prurito anal idiopático; este trastorno puede haber surgido de la presencia de múltiples factores concomitantes, como
- hábitos alimenticios o de higiene particulares,
- tienen un origen psicógeno.

iStock.com/RapidEye
Causas
Las principales causas de la picazón anal generalmente se remontan a las siguientes categorías:
- patologías del distrito anorrectal,
- enfermedades infecciosas,
- enfermedades dermatológicas,
- prurito anal idiopático.
Veamos ahora, una a una, cuáles son estas macrocategorías, sus principales características y las enfermedades que más las representan.
Patologías del distrito anorrectal.
- Hemorroides
- Fisuras
- Fístulas perianales
- Tumores anales
Las patologías del distrito anorrectal representan el 50% de los casos de prurito anal ; en estos casos, un examen proctológico que incluya anoscopia y exploración rectal digital es suficiente para hacer el diagnóstico.
- Las hemorroides son «almohadillas» de tejido vascular que forman parte de la anatomía normal de la pared del canal anal, pero cuando las estructuras que las soportan (ligamentos suspensorios, suelo pélvico) las dan, sobresalen hacia abajo y pueden experimentar inflamación y trombosis.
- Las fisuras anales son, en lugar de (úlcera), tejido más bien delgadas pero profundas, en la zona perianal; causan dolor, especialmente durante la defecación, y se asocian con la pérdida de sangre de color rojo brillante. Pueden asociarse a otras patologías presentes en este distrito, o presentarse de forma aislada, y suelen estar provocadas por un aumento del tono del esfínter anal que provoca una isquemia relativa de la zona y dificulta la reparación normal de la herida.
- Las fístulas ano-rectales, sin embargo, son de comunicaciones patológicas que se crean entre el canal rectal y el ano y se asocian frecuentemente con enfermedades inflamatorias del intestino como la enfermedad de Crohn.
- Los tumores anales son bastante raros y se ven favorecidos por la infección por el virus del papiloma humano (VPH), el virus responsable también de otros cánceres, particularmente del cuello uterino . Se debe realizar una biopsia de cualquier lesión sospechosa para descartar la presencia de una neoplasia.
En presencia de estas patologías se puede favorecer el prurito anal, así como por irritación directa de la zona, por contaminación fecal, incluso oculta, y por una limpieza más difícil de la región.
Enfermedades infecciosas
- Ossiuriasis
- Infecciones bacterianas estreptocócicas y estafilocócicas
- Micosis por Candida y dermatofitos
- Sarna
- Enfermedades de transmisión sexual
Las infecciones bacterianas, virales o micóticas son causas bien conocidas de prurito anal, especialmente en lo que respecta a la patología del niño.
Cabe destacar la oxiuriasis, una enfermedad infecciosa causada por un gusano, Enterobius vermicularis, diseminado por todo el mundo y que es la principal causa de prurito anal en la infancia. Los niños se infectan al jugar con tierra u objetos contaminados por los huevos del parásito y luego llevarse las manos a la boca. La enfermedad se mantiene típicamente por autoinfestación: los huevos son liberados por el gusano adulto en los pliegues mucocutáneos de la región perianal, especialmente por la noche, provocando una irritación que lleva al niño a rascarse; posteriormente, si el bebé se lleva las manos a la boca, ingiere los huevos que se transforman en un gusano adulto dentro del intestino, y así puede originarse un nuevo ciclo de vida.
El diagnóstico se puede realizar examinando las heces o mediante el «scotch test»: por la mañana, antes de la defecación, se coloca una tira de celofán adhesivo transparente en la zona perianal que luego se examinará al microscopio para buscar el presencia de huevos parásitos.
Enfermedades dermatologicas
La psoriasis es la causa dermatológica más común de prurito anal; aunque suele afectar a otras zonas del cuerpo, en ocasiones puede presentarse solo en la zona perianal y tener una presentación atípica, lo que complica el diagnóstico, debido a la maceración por la mayor humedad de la zona respecto al resto de la piel.
Muchos agentes sensibilizantes pueden causar dermatitis de contacto y picazón posterior. Los responsables más frecuentes son: fármacos de aplicación local (anestésicos, antibióticos, desinfectantes), níquel y sustancias como los parabenos, a menudo presentes en cremas, detergentes y toallitas húmedas.
En estos casos es útil realizar una prueba de parche para comprobar si existe hipersensibilidad hacia los alérgenos más habituales.
La dermatitis seborreica es una afección de la piel que suele afectar a las zonas más productoras de sebo como el cuero cabelludo, la cara, la zona torácica y la interescapular, pero en ocasiones también puede afectar los pliegues interglúteos y los genitales externos.
Las formas más raras de enfermedades dermatológicas que pueden causar picazón anal son el liquen escleroso y el liquen plano.
Prurito anal idiopático
Hablamos de prurito anal idiopático cuando no es posible rastrear este síntoma a una causa precisa; Probablemente para estos pacientes el origen del trastorno sea multifactorial, es decir, puede ser causado por varios factores concomitantes, tales como:
- secreción fecal oculta en la piel perianal,
- alimentos irritantes,
- limpieza excesiva.
Entre los alimentos posiblemente irritantes recordamos:
- café,
- usted,
- chocolate,
- bebidas carbonatadas,
- productos lácteos,
- tomates y derivados como kétchup,
- frutas cítricas,
- el alcohol ,
- avellanas,
- frutas como uvas, ciruelas e higos.
La limpieza excesiva y el uso de detergentes demasiado agresivos pueden dañar la piel perianal y provocar picor.
Las molestias de la colmena, tanto de diarrea crónica como de estreñimiento obstinado, pueden favorecer la irritación de la zona; por las mismas razones, la presencia de incontinencia fecal también puede predisponer a la picazón, así como a enfermedades inflamatorias del intestino (como la enfermedad de Crohn ).
El prurito anal idiopático a veces se ha asociado con trastornos mentales como condiciones estresantes , ansiedad y trastorno obsesivo-compulsivo ; en estos casos es aconsejable apoyarse en un abordaje psicoterapéutico.
En ocasiones puede surgir un círculo vicioso en el que el enfermo responde al picor con el rascado: la irritación continua de la piel solo aumenta el picor y determina la perpetuación de la afección. En algunos casos, la interrupción de esta conducta puede ser suficiente para resolver el problema.
Diagnóstico
Para identificar la causa del prurito anal es importante prestar atención al historial médico del paciente, los síntomas que reporta y cualquier otra patología concomitante.
La edad también juega un papel fundamental en la orientación de la investigación diagnóstica: en la población pediátrica las causas más frecuentemente responsables de este trastorno son de origen infeccioso (oxiuriasis) y dermatológico ( dermatitis atópica ). Con el paso de la edad, en cambio, aumenta la incidencia de patologías proctológicas como hemorroides, fisuras y fístulas.
En caso de prurito anal persistente, en un paciente mayor de 50 años que no presente alteración del tacto rectal y anoscopia, está indicada una colonoscopia para descartar la presencia de un tumor.
Remedios
El picor anal es un síntoma, por lo que para una resolución del malestar es necesario tratar la patología que es la causa desencadenante.
Para el tratamiento de patologías anorrectales, como hemorroides, fístulas y fisuras, la cirugía puede ser necesaria en el caso de formas persistentes y crónicas, mientras que con mucha más frecuencia es suficiente un abordaje tópico y pequeños cambios en el estilo de vida; en las formas infecciosas se administran fármacos antimicrobianos y en la dermatitis de contacto irritativa la eliminación del agente causal suele ser decisiva.
En el caso de prurito anal idiopático, en primer lugar es importante tranquilizar al paciente sobre la no malignidad de su afección.
Si se sospecha un origen alimentario del trastorno, los alimentos potencialmente responsables se eliminan de la dieta, durante un período de 2-3 semanas, con el fin de verificar si hay o no una mejoría de los síntomas. Luego, cada alimento se reintroduce gradualmente para confirmar su papel en la génesis de la picazón y determinar el umbral más allá del cual es dañino.
Cuando una causa no es identificable, o hasta que la enfermedad subyacente haya sanado, hay algunas cosas que puede hacer para aliviar y reducir la picazón:
- Trate de mantener la zona genital y perianal seca y limpia: toque suavemente con una toalla después de la ducha o seque con un secador de pelo.
- Preferiblemente use ropa de algodón, que es más transpirable que las fibras sintéticas. La ropa no debe quedar demasiado ajustada para evitar irritar aún más el área.
- Evite los traumatismos y los rasguños: Frotar en exceso con papel higiénico también puede ser perjudicial. Actividades como el ciclismo o la equitación pueden empeorar la situación.
- Intente regular el tránsito intestinal: en caso de diarrea crónica o persistente es importante investigar la causa y tratar de eliminarla; Los espesantes fecales o la loperamida pueden ayudar. En el caso del estreñimiento, por el contrario, es importante apuntar a mejorar el tránsito intestinal siguiendo una dieta equilibrada, rica en fibra y practicando una actividad física regular .
Tomar un antihistamínico por vía oral antes de acostarse puede ser útil para reducir el picor vespertino / nocturno y prevenir el rascado (es común que el picor aumente por la noche, también después del aumento fisiológico de la producción de histamina).
En casos graves y que no responden a las medidas anteriores, se puede realizar un tratamiento corto con esteroides tópicos de baja potencia ( hidrocortisona ). Esta terapia debe durar menos de 8-12 semanas para limitar el riesgo de sobreinfecciones o atrofia cutánea y previamente se debe haber descartado con certeza el origen infeccioso del prurito.
Fuentes y bibliografía
- Francesco Pata, Pruritus Ani. El hijastro olvidado de la coloproctología. Estado del arte y gestión. Conferencia mensual, www.siccr.org 2017; 45: 383-395.
- Cainelli T, Giannetti A, Rebora A. Manual de Dermatología Médica y Quirúrgica, IV edición, McGraw-Hill, Milán, 2008.
- Moroni, Esposito, De Lalla. Enfermedades infecciosas, VII edición, Masson, 2008.
Deja una respuesta