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Introducción
La fisura anal es una ulceración (herida) que se forma en el ano, generalmente en la espalda, con una longitud de unos pocos milímetros.
Su presencia suele provocar malestar y dolor y suele estar provocada por alteraciones prolongadas de la colmena, como diarrea y / o estreñimiento, posiblemente síntoma de enfermedades crónicas (como la enfermedad de Crohn); en casos graves, puede ser tan profundo que llegue a la musculatura subyacente.
Hablamos de fisura crónica en el caso de que no cicatrice después de 6-8 semanas.
Puede afectar a personas de todas las edades, incluidos los recién nacidos, pero el pronóstico es generalmente bueno y la curación ocurre espontáneamente en unas pocas semanas.
Entre los tratamientos útiles para aliviar los síntomas recordamos los laxantes osmóticos, remedios capaces de ablandar las heces y preparaciones semisólidas (cremas, geles, pomadas) capaces de favorecer la cicatrización y reducir el dolor.
Causas
Es un trastorno relativamente común que afecta a ambos sexos en todas las edades, incluidos los lactantes, aunque estadísticamente parece ser más común entre los 10 y los 30 años; Las causas subyacentes de la aparición aún no se han entendido completamente, pero el estreñimiento suele ser la razón más común.
Otras posibles condiciones que pueden favorecer la formación de fisuras son:
- diarrea persistente ,
- enfermedad inflamatoria intestinal, como enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa ,
- el parto ,
- Enfermedades de transmisión sexual ( sífilis , herpes , VIH , …).
En muchos pacientes no es posible rastrear con certeza la causa primaria, aunque la mala circulación sanguínea de la parte posterior del ano, agravada aún más por los esfuerzos durante la defecación, a menudo favorece su aparición.
Factores de riesgo
El principal factor de riesgo, para adultos y niños, es el estreñimiento ; la dificultad para evacuar y la emisión de heces duras y voluminosas pueden favorecer su aparición y retrasar la cicatrización.
El embarazo y especialmente el parto pueden predisponer a la formación de fisuras.
Algunos pacientes tienen naturalmente un esfínter anal particularmente estrecho , lo que provoca un aumento de la tensión que predispone a la aparición de fisuras.
Síntomas
Más del 90% de las fisuras anales se desarrollan en la parte posterior del ano y, en diferentes posiciones, son muy indicativas de patologías subyacentes (Crohn, otras enfermedades inflamatorias del intestino, sífilis, tuberculosis ,…).
El síntoma más característico es el dolor, particularmente violento y ardoroso (es decir, que provoca una sensación de ardor); el paciente a menudo lo describe con adjetivos como “tremendo”, “desgarro”, “cortante” y ocurre en cada evacuación, para luego durar en forma de espasmos ardientes durante varias horas. Puede ser tan fuerte que hace que el paciente defeque lo menos posible para tratar de reducir las molestias.
En muchos casos también aparece sangre roja brillante en las heces o más a menudo en el papel higiénico.
El último síntoma a recordar, que sin embargo es suficiente para el diagnóstico, es evidentemente la presencia de un corte visible a simple vista cerca del ano.
Las complicaciones son raras, pero pueden incluir:
- Herida crónica (una fisura se define como crónica si no cicatriza en ocho semanas),
- recaída,
- ulceración que alcanza la capa muscular.
Cuándo contactar a su médico
Debe ponerse en contacto con su médico en caso de dolor durante la evacuación intestinal o en presencia de cualquier otro síntoma dudoso, como sangre en las heces; Aunque las fisuras anales generalmente se curan sin necesidad de tratamiento, es recomendable asegurarse primero del diagnóstico (para distinguirlas de los trastornos con síntomas comunes, como las hemorroides , por ejemplo ).
Diagnóstico
Las fisuras anales se pueden diagnosticar mediante
- anamnesis (recopilación de información como síntomas, historial médico, otros trastornos, …)
- y sobre todo el examen físico (evaluación visual);
la presencia de la fisura generalmente es fácilmente detectable a simple vista en la mucosa que rodea el ano y posiblemente también puede ocurrir con la exploración rectal digital.
En muchos pacientes, el examen no es factible sin una aplicación previa de anestesia local.
En esta fase es muy importante, especialmente en presencia de otros factores de riesgo, realizar un diagnóstico diferencial preciso con pólipos , tumores o enfermedades inflamatorias del intestino.
Tratamiento y remedios
Remedios
El principal objetivo común a todos los casos de fisura anal es obtener siempre una fácil emisión de heces blandas y ricas en agua, que se obtiene mediante el consumo de fibra y mucha agua. También se recomienda
- No posponga la evacuación, sino que haga lo que pueda para defecar cuando surja la sensación de necesidad.
- No se fuerce y evite sentarse en el inodoro por mucho tiempo, para evitar aumentar la presión en el canal anal.
- Hacer ejercicio regularmente.
En aproximadamente la mitad de los casos las fisuras tienden a curar espontáneamente como cualquier otro corte, en un máximo de 8 semanas, pero especialmente en los casos de recaídas frecuentes, la ayuda médica es fundamental.
Además de hacer todo lo posible para prevenir el estreñimiento, puede ser útil practicar compresas tibias después de cada evacuación intestinal y en cualquier caso varias veces al día para relajar los músculos del esfínter anal (es decir, los músculos que rodean el ano). La duración debe ser de al menos 10-15 minutos y el agua NO debe estar hirviendo. Entonces es esencial proceder a un secado completo de la mucosa frotando suavemente, sin frotar. La compresa debe hacerse con el paciente sentado en una posición relajada y el ano en contacto con el agua.
Medicamentos
Dependiendo de la situación, el médico dispone de diferentes enfoques para afrontar un problema de fisuras anales desde el punto de vista farmacológico.
- Laxantes : A menudo se prescriben laxantes osmóticos o suplementos a base de fibra, dos soluciones para favorecer la formación de heces blandas y ricas en agua, reduciendo así su consistencia; esto permite reducir el esfuerzo necesario para evacuar (favoreciendo la cicatrización de la herida) y el dolor asociado a la defecación.
- Analgésicos: En caso de dolor severo y prolongado, es posible recurrir a la administración de analgésicos durante unos días.
- Ungüentos: Existen numerosos ingredientes activos útiles para el tratamiento tópico de las fisuras anales, que incluyen:
- ingredientes activos que relajan el esfínter y / o aumentan el riego sanguíneo (nitroglicerina, nifedipina, diltiazem),
- anestésicos (a menudo combinados con otros ingredientes activos) para reducir la sensación de dolor.
- Toxina botulínica: este es un enfoque relativamente reciente y útil en ausencia de resultados con lo que se ha visto hasta ahora; se administra como una inyección local y se utiliza para inducir una parálisis débil del esfínter, reduciendo el dolor y los espasmos que impiden la cicatrización.
Cirugía
La cirugía es un enfoque reservado para pacientes en los que el tratamiento conservador o los enfoques tópicos no han dado los resultados deseados, especialmente porque existe el riesgo de sufrir incontinencia fecal (aunque rara vez es permanente y / o grave).
La cirugía se realiza bajo anestesia general e implica dos enfoques posibles:
- dilatación del tracto anal,
- esfinterotomía lateral (más común).
El objetivo común es reducir los espasmos y restaurar la circulación normal, lo que permite que la fisura sane.
La cirugía es sin duda el remedio más eficaz entre los disponibles, pero los beneficios siempre deben estar relacionados con la gravedad de los síntomas y los posibles riesgos.
Prevención
En el paciente adulto, la estrategia preventiva más útil es la prevención del estreñimiento, mediante:
- consumo de abundante fibra (frutas, verduras, cereales integrales),
- Bebe mucha agua,
- práctica regular de actividad física ,
- evitar posponer la evacuación al inicio del estímulo,
- posible uso ocasional de laxantes osmóticos o suplementos de fibra.

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La práctica de una correcta higiene íntima es de gran importancia, para mantener la mucosa anal siempre limpia y libre de bacterias y residuos fecales; igualmente importante es el tratamiento de la diarrea que, aunque con diferentes mecanismos, puede predisponer igualmente a la aparición de fisuras.
En el caso de los recién nacidos, las indicaciones son similares, pero adaptadas a la edad:
- cambio frecuente de pañales,
- esmerada higiene íntima,
- suficiente hidratación.
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