Introducción
Por espondilosis entendemos una patología degenerativa que se define como un proceso de artrosis generalizada (degeneración de los huesos) que afecta a la columna.
La espondilosis involucra específicamente las estructuras anatómicas de la columna vertebral:
- disco intervertebral,
- cuerpos vertebrales,
- tejidos perivertebrales adyacentes.
Dependiendo del sitio anatómico más involucrado en la patología, hablamos de:
- espondilosis cervical,
- espondilosis lumbar,
- espondilosis completa, cuando afecta a todos los tractos de la columna.
La espondilosis involucra causas patogénicas compartidas con muchas otras patologías que afectan la columna:
Trauma en la espalda
- vicios posturales,
- patologías sistémicas que también afectan la columna vertebral,
- trabajos duros,
- sobrepeso y obesidad.
El cuadro clínico de la espondilosis implica varios síntomas, que incluyen:
- dolor de espalda, con posibilidad de irradiar también a las extremidades,
- dificultad para moverse y mantener una posición erguida durante mucho tiempo,
- astenia y malestar generalizado,
- parestesia y otras alteraciones sensoriales.
El diagnóstico de espondilosis se produce mediante anamnesis y exploración objetiva especializada, con posibilidad de realizar algunas exploraciones instrumentales como radiografía de columna o resonancia magnética.
Dado que la espondilosis es una enfermedad degenerativa progresiva, no puede haber una cura completa, por lo que el tratamiento se basa en:
- prevención de tensión y tensión adicional en la columna vertebral,
- terapia analgésica por medio de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos de uso común,
- Fisioterapia,
- cirugía en pacientes que no responden gravemente al tratamiento médico.

iStock.com/angkhan
Causas
En la espondilosis se desarrollan procesos degenerativos que involucran las articulaciones de la columna. Las principales causas de este proceso son:
- trauma (por accidentes de tráfico, peleas, …),
- defectos posturales, con el desarrollo de cifosis , escoliosis o lordosis,
- anomalías congénitas de la columna vertebral (es decir, presentes desde el nacimiento),
- Realización de actividades laborales «pesadas» (albañiles, agricultores, …),
- esfuerzos repetidos a lo largo de los años,
- familiaridad con patologías vertebrales, reumáticas y osteoarticulares ( artritis reumatoide , espondilitis anquilosante , espina bífida, …),
- cirugía de columna
- sobrepeso y obesidad .
La espondilosis se desarrolla después de una degeneración progresiva del núcleo pulposo presente dentro del disco intervertebral y las articulaciones facetarias. Con el tiempo, los cartílagos articulares formados por un tipo específico de colágeno se deshidratan, iniciando un proceso de fibrosis y calcificación; Estos cambios histológicos conducen a la pérdida de funciones típicas del cartílago con:
- menor resistencia al estrés,
- menos elasticidad,
- menor capacidad de amortiguación.
Esto conduce como consecuencia a la formación de:
- calcificaciones superficiales,
- esclerosis de tejidos blandos (cambio de textura),
- formación de osteofitos (pequeños crecimientos óseos),
- desgaste del cartílago adelgazado,
- aplanamiento de los discos después de la deshidratación del núcleo pulposo,
- espondilolistesis: deslizamiento anterior de una vértebra con respecto a la de abajo,
- estenosis del canal vertebral: con compresión de la médula espinal y la raíz nerviosa (en las formas más graves que se han inveterado durante mucho tiempo). El dolor es mayor al estar sentado y disminuye al estar de pie o al caminar.
Síntomas
Esta patología es muy común en la edad adulta y durante la senescencia por lo que, a partir de los 50-60 años, más del 60% de la población puede sufrir trastornos de la columna dorsal y por tanto espondilosis.
El cuadro clínico varía de una persona a otra con síntomas que pueden ser más o menos graves.
En la mayoría de los casos, los cambios en la espondilosis no son clínicamente evidentes, pero se diagnostican como un hallazgo accesorio durante los exámenes instrumentales realizados por otras razones (como una radiografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética).
En algunos casos, hay dolor generalizado en una gran parte de la columna ( dolor de espalda ).
- severidad leve a moderada,
- con un carácter intermitente durante el transcurso del día (la molestia va y viene ),
- y exacerbación durante los esfuerzos o actividades físicas más intensos.
En imágenes completas de espondilosis, se presentan síntomas típicos como:
- rigidez de la columna en los movimientos, típicamente por la mañana,
- dolor generalizado, especialmente al estar de pie,
- dolor que aumenta con la actividad y el esfuerzo,
- dolor que se irradia al cuello , la cabeza, las nalgas y las piernas ,
- dificultad en los movimientos del tronco, como inclinarse hacia adelante o hacia los lados,
- reducción de las actividades laborales y del rendimiento deportivo debido a la aparición repentina de dolor,
- discapacidad comprobada, en las formas crónicas que persisten durante largos períodos de tiempo,
- parestesia (sensación de hormigueo ) en las manos y los pies.
- debilidad muscular,
- sensación de extremidad dormida (manos y pies, brazos y pantorrillas),
- dolor de cabeza ,
- náuseas y vómitos ,
- astenia y malestar generalizado ,
- mareos y sensación inminente de pérdida del equilibrio.
En el cuadro específico de la espondilosis cervical, se pueden reconocer 3 subtipos clínicos según la sintomatología:
- Tipo I: compresión de las raíces nerviosas como en los casos de hernia de disco cervical ,
- Tipo II: compresión de la médula espinal, con dificultad en los movimientos finos de la mano, sensación de pesadez en las extremidades, parestesia y dolor generalizado.
- Tipo III: dolor intermitente de leve a moderado que se localiza solo en la región cervical o con irradiación en la cabeza.
En el cuadro específico de la espondilosis lumbar se produce un dolor crónico en la región lumbar (zona lumbar) que empeora al estar de pie o al caminar. Se pueden asociar trastornos en la motilidad de los miembros inferiores, trastornos sensoriales como parestesia y sensación de descargas eléctricas en la espalda, trastornos del esfínter (con incontinencia urinaria o fecal leve ).
Diagnóstico
El proceso de diagnóstico hace uso de la anamnesis y el examen físico, asistido por la ejecución de algunas pruebas instrumentales.
Con la historia clínica, el médico reconstruye la historia clínica reciente y pasada del paciente tratando de resaltar:
- antecedentes familiares de patologías o problemas de la columna vertebral
- presencia de patología sistémica que afecte a la columna vertebral, como artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, lupus, espina bífida,
- vicios posturales como escoliosis, cifosis o lordosis,
- episodios de traumatismos en la columna (por accidentes de tráfico, peleas, …),
- actividades laborales de alto riesgo, como realizar trabajos pesados.
El examen físico especializado permite identificar los síntomas y signos clínicos característicos de la espondilosis. Sobre todo, se investigan los síntomas dolorosos con todas sus características:
- cuando aparece,
- que lo desencadena,
- de lo que se alivia,
- ya sea agudo o crónico,
- continuo o intermitente,
- …
La sospecha de espondilosis puede confirmarse mediante algunas pruebas instrumentales como:
- Radiografía de la columna vertebral estando de pie o bajo carga,
- La TC , junto con la radiografía útil para el estudio de los componentes óseos y cualquier foco patológico de calcificación,
- resonancia magnética , útil en el estudio de cambios en los tejidos blandos perivertebrales, como el disco, núcleo pulposo, cartílagos articulares y ligamentos vertebrales,
- gammagrafía ósea .
Cuidado
Para la espondilosis no existe una cura definitiva de los síntomas, dado el cuadro de degeneración anatómica progresiva e inexorable, por lo que se implementa un tipo de tratamiento:
- sintomático (es decir, destinado a reducir la gravedad de los síntomas y aumentar la calidad de vida),
- estimación basada en la educación postural y en la reducción de tensiones mecánicas en la columna.
Desde un punto de vista sintomático, se utilizan fármacos antiinflamatorios como los AINE y los fármacos cortisona . Pueden ser contratados
- por vía oral (administración oral),
- en forma de ungüentos o geles,
- por vía intramuscular o intravenosa.
Los AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroides) más utilizados son:
- Ibuprofeno ( Brufen, Moment, … ),
- Paracetamol ( Tachipirina , Perfalgan, Efferalgan, …),
- Ketoprofeno ( Oki , Artrosileno, Fastum gel, …),
- Ketorolaco (Toradol, …),
- Diclofenac ( Voltaren , Dicloreum, …),
- Naproxeno (Momendol,…).
El tratamiento preventivo y no farmacológico se basa en:
- reposo absoluto en las fases agudas de la enfermedad,
- terapia de masajes (serie de masajes practicados por especialistas acreditados como fisioterapeutas o fisiatras),
- gimnasia aeróbica funcional,
- actividades deportivas específicas como la natación,
- aplicaciones de calor (bolsa de agua caliente, vendas de contención, corsés lumbares, collares cervicales, …)
- TENS y otras terapias modernas similares que, realizadas por profesionales cualificados, mejoran en gran medida los dolorosos síntomas de la espondilosis con buenos resultados a largo plazo.
En las situaciones más graves con alteraciones anatómicas irreparables, el tratamiento médico deja de tener efecto, por lo que puede ser necesaria la cirugía correctiva.
Fuentes y bibliografía
- Manual de ortopedia y traumatología de AA.VV. Ed. Elsevier
- MedScape
Deja una respuesta