Contenido
Introducción
- Hablamos de esguince (o dislocación) para indicar situaciones en las que existe daño de diverso grado a las estructuras de la articulación, incluidos ligamentos y tendones. Las caídas, torceduras o golpes son las causas más habituales y las zonas más afectadas son tobillos y muñecas. Los síntomas consisten en dolor, hinchazón, hematomas e incapacidad para mover la articulación. En el momento de la lesión del ligamento, se puede sentir un desgarro o un chasquido.
- Hablamos de lagrimeo para identificar situaciones en las que un músculo o tendón está sometido a una tensión excesiva, hasta el punto de provocar su rotura. Los tendones son haces de tejido que conectan el músculo al hueso. Torcer o tirar de estas telas puede provocar un desgarro. Las lágrimas pueden aparecer repentinamente o desarrollarse con el tiempo. Son comunes en los músculos dorsales o isquiotibiales. Mucha gente se pone nerviosa al practicar deportes. Los síntomas consisten en dolor, contracturas musculares, hinchazón y dificultad para mover el músculo.
El tratamiento necesario para las dos afecciones se superpone parcialmente e inicialmente implica la reducción de la hinchazón y el dolor a través de:
- descanso (posiblemente mediante el uso de muletas),
- paquetes de hielo,
- compresión del área lesionada (bajo consejo médico),
- posible ingesta de antiinflamatorios.
Después de los primeros días puede ser necesario realizar un curso de fisioterapia para prevenir la aparición de rigidez articular y trabajar la fuerza del músculo; para una correcta recuperación es aconsejable seguir estrictamente las indicaciones médicas relativas a la reanudación de las actividades normales.

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Causas
Los esguinces y torceduras suelen ser causados por deportes o accidentes que provocan caídas o colisiones.
En particular, está expuesto a riesgos si:
- intentas agarrar un objeto demasiado lejos,
- de repente cambias de dirección o velocidad,
- te caes mal al suelo,
- choca con un objeto o una persona.
Uno puede torcerse un tobillo poniendo peso accidentalmente en la parte exterior del pie, pero el ligamento externo de la misma articulación puede estirarse o romperse si se carga con todo el peso del cuerpo.
A veces, de manera más simple, se torce al caminar o correr sobre un terreno irregular o duro.
Deporte
Esguinces
Los esguinces y torceduras ocurren a menudo durante los deportes, como resultado del contacto físico y una aceleración / desaceleración repentina.
Los esguinces ocurren cuando se estira demasiado o se desgarra un ligamento y se esfuerza demasiado una articulación al mismo tiempo. Los esguinces ocurren a menudo en las siguientes circunstancias:
- Tobillo : Caminar o hacer ejercicio sobre una superficie irregular.
- Rodilla: gira la rodilla durante la práctica de deportes.
- Muñeca: cae sobre la muñeca recta.
- Pulgar: esquiar o usar una raqueta, por ejemplo, jugar al tenis.
Lágrimas
Hay dos tipos de lágrimas:
- Los desgarros agudos ocurren cuando el músculo se somete a un voltaje o una tracción demasiado intensa (el músculo puede desgarrarse incluso cuando se estira demasiado o de forma repentina), por ejemplo si:
- te deslizas sobre el hielo,
- corres, saltas o lanzas un peso,
- levantar un objeto pesado o levantarlo en posiciones incorrectas.
- Los desgarros crónicos son causados por un movimiento repetitivo y prolongado de un músculo. Pueden ocurrir durante actividades deportivas como:
- Gimnasio,
- tenis,
- paseo en barco,
- golf.
Las lesiones deportivas son más probables cuando comienzas a practicar un deporte y tus músculos aún no están acostumbrados al tipo de estrés físico.
Por otro lado, incluso los deportistas experimentados pueden lesionarse cuando están en su máximo entrenamiento, porque las mayores tensiones musculares pueden provocar tensiones repentinas. Los atletas que compiten, como velocistas, esquiadores de fondo, gimnastas y futbolistas, tienen más riesgo de sufrir desgarros musculares recurrentes debido a la intensidad de sus entrenamientos y al uso excesivo de grupos musculares específicos.
Finalmente, los niños corren el riesgo de lastimarse practicando deporte debido a un desarrollo físico incompleto, pero las actividades físicas garantizan tantos y tantos beneficios para la salud (pueden ayudar a fortalecer la confianza y la autoestima en un niño) que la relación riesgo-beneficio sigue siendo indiscutiblemente positivo.
Factores de riesgo
Existen varios factores que aumentan el riesgo de lesiones durante el deporte o alguna otra actividad física, pero los más comunes son:
- Preparación insuficiente : la ausencia de actividad física regular puede debilitar los músculos y las articulaciones, haciéndolos menos flexibles y por lo tanto, con mayor riesgo de lesiones.
- Técnica inadecuada : la forma en que se distribuye el peso al correr o caminar, o la forma en que te reciben en el salto, influye en el riesgo de lesionarse las rodillas o los tobillos.
- Calentamiento inadecuado : el calentamiento antes del ejercicio ayuda a relajar los músculos y aumenta la movilidad de las articulaciones, lo que reduce el riesgo de lesionar un ligamento. No calentar correctamente antes de hacer ejercicio aumenta el riesgo de lesiones.
- fatiga ; los músculos cansados tienen más dificultad para sostener las articulaciones correctamente. Cuando está cansado, puede ser más difícil controlar bien sus movimientos.
Síntomas
Los síntomas varían según la gravedad de la lesión.
Esguinces / esguinces
Son el resultado de tensiones, torceduras o desgarros que afectan la articulación, generalmente como resultado de aplicar una fuerza excesiva.
Los síntomas del esguince pueden ser:
- dolor severo alrededor de la articulación afectada (por ejemplo, dolor de tobillo ),
- incapacidad para usar o cargar la articulación,
- hinchazón, hematomas e irritación.
La hinchazón puede aparecer poco después de la lesión, mientras que el hematoma puede no ser visible de inmediato o incluso no desarrollarse en absoluto.
A veces, los hematomas aparecen a cierta distancia de la articulación afectada, ya que la sangre se filtra a través de los músculos antes de emerger debajo de la piel.
Lágrimas
Hablamos de desgarro cuando las fibras de un músculo se estiran o se rompen. Por lo general, ocurre cuando un músculo se estira más allá de su límite o se ve obligado a contraerse (acortarse) demasiado rápido.
Son particularmente comunes en las piernas y la espalda, particularmente en los isquiotibiales y en la región lumbar (espalda baja).
Los síntomas típicos del desgarro muscular pueden ser:
- hinchazón, hematomas o enrojecimiento,
- dolor del músculo afectado incluso en reposo,
- dolor en el músculo o articulación durante el uso,
- espasmos musculares (contracturas intensas y dolorosas),
- debilidad y pérdida parcial o total de la función del músculo afectado.
Cuando llamar al doctor
Los esguinces y las distensiones musculares son generalmente trastornos relativamente leves, que pueden tratarse con remedios caseros (ver más abajo), pero se recomienda el consejo de un médico o especialista en caso de:
- dolor particularmente severo,
- incapacidad para mover las partes afectadas (articulaciones o músculos),
- incapacidad para cargar el peso del cuerpo sobre la extremidad lesionada o falla de esta última al intentar usarla,
- deformidad del área afectada o presencia, además de hinchazón, de crestas o depresiones anormales,
- sensaciones de entumecimiento en la parte afectada, o si hace frío y / o con colores anormales,
- incapacidad para mejorar los síntomas a los pocos días de autotratamiento.
En todos estos casos será necesario someterse a un reconocimiento médico. El esguince o el desgarro pueden ser graves o puede haber otros daños, como una fractura.
Diagnóstico
Durante el examen, el médico comprobará si hay hinchazón o puntos particularmente dolorosos en la extremidad afectada. El área y la intensidad del dolor pueden ayudarlo a comprender la gravedad y la naturaleza de la lesión. Su médico también puede pedirle que mueva la articulación y las extremidades a diferentes posiciones para averiguar qué ligamento, tendón o músculo se vio afectado.
- Las radiografías pueden ser útiles para descartar que el problema sea causado por una fractura u otra lesión ósea.
- La resonancia magnética también se puede utilizar para diagnosticar la gravedad de la lesión.
Tratamiento y terapia
En la mayoría de los casos, estas afecciones se pueden controlar por sí solas con remedios caseros y analgésicos de venta libre para aliviar el dolor.
Si la lesión es leve, puede adoptar la terapia «PRICE» (acrónimo del inglés y juego de palabras: de hecho, significa «precio») y evitar «DAÑO», que es «daño» (aquí también, juego de palabras con el acrónimo). Aquí está la descripción.
Terapia de PRECIO
PRICE, cuya traducción literaria del inglés es PRICE, se deriva de:
- Protección ( protección ): Proteja la zona afectada de nuevas lesiones mediante el uso de un soporte o, en el caso de un esguince de tobillo, el uso de zapatos que rodeen y protejan el pie, como los que tienen cordones.
- Reposo ( reposo ): detiene la actividad que provocó la lesión y deja reposar la articulación o los músculos que sufren. Descanse durante las primeras 48 a 72 horas desde el momento de la lesión. Se pueden indicar muletas.
- Hielo ( hielo ): en las primeras 48-72 horas, aplique hielo envuelto en una toalla sobre la zona afectada durante 15-20 minutos cada dos o tres horas durante el día. No dejes la compresa mientras duermes y no pongas hielo en contacto directo con la piel ya que puede provocar quemaduras por frío.
- Compresión ( compresión ): comprimir o vendar la zona afectada para reducir la hinchazón y los movimientos que pueden agravar la situación. Puede usar una banda simple o un vendaje tubular elástico, que se puede comprar en la farmacia. El vendaje debe estar bien envuelto alrededor del área afectada, pero no lo suficientemente apretado como para reducir el flujo sanguíneo. Quítese el vendaje antes de acostarse.
- Elevación ( elevación ): mantenga la zona afectada de la contrahuella y apóyela con un cojín para reducir la hinchazón. Si una pierna se ve afectada, evite períodos prolongados con la pierna no levantada.
Prevención de daños (técnica HARM)
En las primeras 72 horas después de un esguince o desgarro muscular, se debe evitar un daño mayor siguiendo la técnica HARM. Es decir, debemos evitar:
- Calor ( caliente ): baños calientes, saunas o compresas calientes.
- Alcohol : Beber alcohol puede aumentar el sangrado y la hinchazón y retardar la curación.
- Correr ( correr ): el paseo, o cualquier otra forma de actividad física, podría empeorar aún más el daño.
- Masaje ( masaje ): el masaje puede aumentar el sangrado y la hinchazón.
Movimientos de articulaciones dislocadas
La mayoría de los expertos recomiendan no dejar de usar una articulación torcida. La lesión sanará antes si comienza a usar la articulación tan pronto como su uso ya no cause un dolor significativo.
El médico puede ilustrar una serie de ejercicios que ayudarán a mejorar la articulación funcional.
En caso de un esguince de tobillo grave, el médico puede prescribir un período de descanso absoluto, o incluso un yeso, durante aproximadamente una semana.
Inmovilización de músculos estirados.
La modalidad de recuperación funcional puede variar según la lesión. Puede resultar útil mantener los músculos en reposo durante unos días. Su médico puede sugerir el uso de un aparato ortopédico, yeso o férula para mantener el músculo lo más quieto posible.
El propósito de la inmovilización es permitir que comience a sanar, de modo que el movimiento no tire ni tire del lugar habitual. Después de unos días, es probable que pueda comenzar a usar el músculo nuevamente.
Tratamiento del dolor
El paracetamol (Tachipirina) generalmente se sugiere en caso de dolor por esguinces o desgarros. Si el medicamento no es eficaz, es posible que se necesiten analgésicos más fuertes, como la codeína; este último requiere necesariamente una prescripción médica.
Su médico también puede recetarle una crema o gel AINE ( medicamento antiinflamatorio no esteroideo ), como ibuprofeno o ketoprofeno , para reducir el dolor. Se aplicará crema o gel en el área dolorida con suavidad y deberá lavarse bien las manos inmediatamente después. El ketoprofeno puede hacer que la piel sea sensible a la luz (fotofobia). Evite exponer las áreas tratadas de la piel directamente a la luz solar o fuentes de luz artificial (como lámparas solares o camas solares) durante el tratamiento y durante las próximas dos semanas.
Los AINE (por ejemplo, tabletas de ibuprofeno) por vía oral también pueden ser útiles para reducir la hinchazón y la inflamación. Sin embargo, no deben usarse en las primeras 48 horas después de la lesión, ya que pueden retrasar la curación.
Fisioterapia
En casos más graves, especialmente en desgarros musculares, el médico puede considerar útil una consulta de fisioterapia.
La fisioterapia sirve para restaurar el movimiento y la funcionalidad de un área del cuerpo lesionada. El fisioterapeuta puede demostrar ejercicios útiles para mejorar el movimiento y restaurar la función normal. Esto puede reducir el riesgo de problemas con el tiempo o nuevas lesiones en la misma área.
Cicatrización
La duración del proceso de curación de un esguince o desgarro depende de su gravedad.
Normalmente, un tobillo que ha sufrido una distorsión tarda entre una y dos semanas en poder volver a caminar. La recuperación funcional total generalmente toma de seis a ocho semanas, mientras que los deportes se pueden reanudar después de dos a tres meses.
El músculo desgarrado puede tener tiempos de recuperación muy diferentes. Algunas personas se recuperan perfectamente en unas pocas semanas, mientras que otras no pueden reanudar sus actividades habituales durante varios meses.
Los problemas, como dolor, hinchazón intermitente o inestabilidad, pueden persistir durante meses o años después del evento inicial.
Comuníquese con su médico si la lesión no mejora como se esperaba o los síntomas empeoran. Es posible que se requiera una consulta ortopédica para una evaluación y tratamiento adicionales.
Cirugía
La cirugía solo es necesaria en raras ocasiones en casos de esguinces o desgarros. Por lo general, se vuelve indispensable en casos severos de desgarro muscular, especialmente en deportistas profesionales. En estos casos, es probable que, sin cirugía, el músculo afectado no recupere su fuerza original; por tanto, el rendimiento del sujeto corre el riesgo de verse reducido.
En lesiones no profesionales y leves, la pérdida de fuerza muscular o el riesgo de recaída son generalmente tan bajos que el riesgo quirúrgico no está justificado.
En el caso de los esguinces, la cirugía sigue siendo muy rara porque las ventajas sobre tratamientos menos invasivos no están claras.
Prevención
Un calentamiento adecuado antes del ejercicio y un calzado adecuado ayudarán a prevenir lesiones articulares y musculares. Los ejercicios de fortalecimiento y preparación también pueden ser útiles.
Fortalecimiento y preparación
Incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento como parte regular de su programa de acondicionamiento físico general puede reducir el riesgo de esguinces y distensiones al ayudar a que sus articulaciones se mantengan fuertes y flexibles.
Si es susceptible a problemas de articulaciones musculares, las vendas y vendas protectoras en las rodillas, tobillos, muñecas o codos pueden ayudar durante la recuperación y al reanudar las actividades.
Sin embargo, para muchas personas, estas medidas solo tendrán que tomarse durante un breve período de tiempo. La protección articular a largo plazo requiere fortalecer y entrenar los músculos circundantes.
Calzado adecuado
Siempre use zapatos que apoyen y protejan su pie y tobillo, ya sea en el trabajo, en casa o durante una actividad deportiva.
También asegúrese de que los zapatos sean apropiados para el tipo de actividad y que estén en buenas condiciones. Por ejemplo, evite usar zapatos con el tacón desgastado en un lado, porque aumentan el riesgo de lastimarse.
Los zapatos de tacón alto ponen los tobillos en mayor riesgo que los planos.
Consejo general
- Antes del ejercicio, haga un calentamiento adecuado; al final, enfríe adecuadamente los músculos y las articulaciones.
- No realice actividades físicas o deportes si está cansado.
- Tenga cuidado de no caerse: mantenga limpias las escaleras, los caminos peatonales, los jardines, etc. en invierno, evite la formación de hielo con arena o sal.
- Evite correr o caminar sobre superficies irregulares tanto como sea posible.
- Siga una dieta sana y equilibrada para mantener saludables los músculos y las articulaciones.
Fuentes y bibliografía
- NHS , con licencia de OGL
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