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¿Qué es la electromiografía?
La electromiografía es un método de diagnóstico que permite analizar el estado de salud de músculos y nervios, en reposo y durante la activación voluntaria que controla su movimiento; El nombre proviene de:
- Electro-: impulsos eléctricos que se miden,
- -my-: músculo, indica la participación del tejido muscular (prefijo derivado del griego antiguo),
- -graficos: metodos de registro y presentacion de resultados.
La electromiografía propiamente dicha evalúa la función muscular, pero puede asociarse con la electroneuronografía, un método útil para medir la velocidad de conducción de los nervios.
Se trata de un estudio funcional invasivo, con una duración de entre 30 y 60 minutos.
Mediante la aplicación de electrodos específicos se evalúa la denominada “Unidad Motora”, un complejo formado por la motoneurona presente en la médula espinal y por las fibras musculares que inerva; La neurona motora se define como cualquier neurona ubicada dentro del sistema nervioso central (SNC) que lleva la señal al exterior para controlar directa o indirectamente los músculos y el movimiento.

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Mientras que una motoneurona puede inervar varias fibras musculares, una fibra muscular puede estar inervada por una sola motoneurona, pero las motoneuronas que regulan unas pocas fibras musculares permiten movimientos muy finos y precisos como los de los ojos o los dedos; viceversa, las motoneuronas que controlan muchas fibras musculares permitirán movimientos menos precisos pero con mayor potencia, como ocurre con los músculos de las extremidades inferiores o de la espalda.
¿Cuándo se solicita?
La electromiografía debe proporcionar siempre en primer lugar un cuadro anamnésico y clínico del paciente, así como la visión de las pruebas de laboratorio y pruebas instrumentales realizadas hasta ese momento. El médico decidirá, en base a estos datos y sus síntomas, qué tipo de exploración realizar para obtener el diagnóstico correcto con el menor número de nervios y músculos examinados, minimizando así las molestias del paciente.
El examen es útil en el estudio y diagnóstico de enfermedades neuromusculares ; se prescribe cuando una persona informa la aparición de síntomas característicos que no se explican de otra manera como:
- cambios en la sensibilidad de la piel como
- parestesia ( hormigueo ),
- anestesia (quedarse dormido),
- disestesia (sentir dolor después de un estímulo inofensivo);
- debilidad muscular y déficit de fuerza de contracción,
- atrofia muscular (reducción del tamaño de la masa muscular),
- calambres musculares o contracciones dolorosas,
- espasmos musculares, es decir, contracciones involuntarias,
- paresia o parálisis de segmentos corporales.
En la base de estos síntomas pueden existir varias condiciones patológicas más o menos graves:
- síndrome del túnel carpiano (compresión del nervio mediano),
- Síndrome de Guyon (compresión del nervio cubital),
- esclerosis lateral amiotrófica (ELA),
- esclerosis múltiple (EM),
- síndrome de la cola de caballo ,
- radiculopatías (como una hernia de disco ),
- síndromes miasténicos (como miastenia gravis ),
- neuropatías (como el síndrome de Guillain-Barré ),
- miopatías o miositis (enfermedades inflamatorias de los músculos, mitocondriales, …),
- distrofias musculares, como el síndrome de Duchenne .
Especialmente cuando el examen neurológico ha puesto de relieve un problema que afecta al sistema nervioso periférico, la electromiografía es un medio indispensable para investigar
- diagnóstico,
- sede,
- entidad
- y tipo de lesión.
La EMG documenta la presencia de anomalías funcionales de los nervios, raíces nerviosas, músculos o uniones neuromusculares y comprender la ubicación del trastorno es esencial para el diagnóstico .
Por ejemplo, permite discriminar neuropatías desmielinizantes de axonales.
- En los desmielinizantes (por ejemplo, la esclerosis múltiple) se daña la mielina, una estructura lipídica que envuelve la fibra nerviosa, lo que le permite sostenerse y asegurar el aislamiento eléctrico durante la progresión del potencial eléctrico.
- En los axonales (por ejemplo el síndrome de Guillain-Barré) la mielina está intacta y funcionando y el daño ocurre directamente a nivel de las fibras nerviosas.
La EMG también se utiliza en el diagnóstico de radiculopatías o patologías con daño a las raíces nerviosas como una hernia de disco. Con el tiempo, una radiculopatía puede provocar la denervación de los músculos inervados por esa raíz; este hallazgo a menudo permite a los ortopedistas o neurocirujanos basar su juicio en la posible operabilidad de una hernia de disco.
Preparación
Se recomienda consultar las indicaciones del especialista, pero es recomendable:
- Quítese las pulseras / anillos para ayudar a insertar los electrodos.
- Use ropa con mangas cortas y / o anchas.
- Evite aplicar lociones y cremas antes de la prueba.
¿Cómo ocurre?
La electromiografía mide el potencial eléctrico presente
- en reposo
- y durante la contracción activa voluntaria de un músculo;
Se insertan una o más pequeñas agujas estériles (electrodos) en el músculo examinado para detectar y registrar la actividad eléctrica del músculo, mientras el especialista guía al paciente para que realice los movimientos necesarios para detectar la actividad.
El examen electromiográfico consta de 3 fases:
- La primera fase evalúa la actividad eléctrica en reposo (relajación completa): en esta condición el músculo sano en reposo no genera ninguna señal, por lo que cualquier hallazgo está vinculado a manifestaciones patológicas espontáneas.
- La segunda fase registra los potenciales durante una contracción muscular débil: en el músculo normal tendremos una conformación bifásica del trazo.
- La tercera fase evalúa la actividad eléctrica durante una contracción máxima: en esta condición todas las unidades motoras presentes son reclutadas progresivamente en el músculo normal y el trazado adquiere un aspecto específico, denominado «interferencia completa».
El especialista registra cada tipo de señal y evalúa cualquier diferencia de las condiciones esperadas y esperadas en una neurona motora sana.
Electroneurografia
La electroneurografía (ENG) es una parte del examen electromiográfico que evalúa la funcionalidad de los nervios que conducen el impulso de las neuronas motoras a las fibras musculares; permite estudiar los componentes sensoriales y motores de un solo nervio. Puede utilizar tanto electrodos de aguja como de superficie y, una vez localizado el nervio en estudio, se le aplica un estímulo eléctrico en 2 puntos diferentes, registrando así la respuesta del músculo inervado por él.
Por tanto, con la electroneurografía es posible medir:
- el tiempo de latencia del nervio a partir del estímulo eléctrico recibido,
- la amplitud de su potencial,
- la velocidad de conducción del impulso por el nervio.
Electromiografía de fibra única
Es una prueba muy específica y poco utilizada, que permite estudiar la funcionalidad de las fibras musculares individuales y de la placa neuromuscular.
La placa neuromuscular es la estructura anatomo-funcional en la que se produce la sinapsis (es decir, la conexión) entre el extremo nervioso de la neurona motora y la fibra muscular inervada por ella. A nivel de la placa, la neurona motora libera diferentes cantidades de acetilcolina, el neurotransmisor que, al llegar a la superficie del músculo, permite que se contraiga.
La electromiografía de fibra única es, por tanto, un método que se utiliza para el estudio de las «enfermedades de la placa», es decir, aquellas patologías que surgen de un funcionamiento anormal de la unión neuromuscular (o placa) como la miastenia gravis o la miastenia de Lamber-Eaton.
Contraindicaciones
La EMG es una prueba que puede causar algunas molestias al paciente, pero que en general es bastante tolerable y a la que casi cualquier persona puede someterse.
Las principales contraindicaciones para EMG son:
- Personas con marcapasos , desfibriladores cardíacos, estimuladores cerebrales: existe el riesgo, aunque bajo, de interferencia electromagnética, por lo que la realización de una electromiografía siempre debe evaluarse cuidadosamente sopesando los beneficios y los riesgos.
- Riesgo hemorrágico, en pacientes con alguna patología de riesgo ( hemofilia ) o que utilicen anticoagulantes. En estos casos, el uso de electrodos de aguja puede resultar peligroso por la posibilidad de hemorragias y hematomas musculares. Sin embargo, para los agentes antiplaquetarios (como la cardioaspirina ), no se reconoció un riesgo mayor que en la población normal.
Las contraindicaciones relativas se producen en todas aquellas situaciones en las que los resultados de la EMG no serían suficientemente fiables, es decir, caracterizados por el riesgo de falsos positivos o falsos negativos:
- edema o linfedema subcutáneo ,
- la obesidad ,
- enfermedad vascular periférica,
- úlceras .
Finalmente, la electromiografía también se puede prescribir en caso de embarazo.
¿Duele?
La inserción de los electrodos de aguja provoca dolor por breves instantes con el resultado de heridas muy pequeñas que se pueden curar fácilmente.
En algunos casos, la liberación de estímulos eléctricos puede crear sensaciones desagradables, similares a punzadas o espasmos dolorosos, sin embargo, estas sensaciones son temporales y no tienen ningún impacto en la salud del individuo examinado.
A veces, puede persistir un dolor en el área examinada con persistencia de un dolor leve; rara vez se forman hematomas o persistencia de hormigueo.
Fuentes y bibliografía
- Semeióticos médicos. R. Muti. – ed. Minerva Medica
- El Bergamini de la neurología – Mutano, Lopiano, Durelli. Ed: Cortina (Turín)
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