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Introducción
Los dolores musculares (en medicina hablamos de «mialgias») son un síntoma bastante frecuente en la población general, que puede ser provocado por numerosas afecciones y patologías.
A la fecha, este problema está teniendo un pico de incidencia, debido al estilo de vida moderno que muchas veces implica una actividad laboral sedentaria, asociada a una actividad física insuficiente , responsable de músculos más débiles y menos tonificados, con mayor riesgo de padecer dolores musculares para cualquier causa.
Las principales causas del dolor muscular son:
- lesiones y traumatismos relacionados con la actividad física,
- enfermedades sistémicas:
- la gripe ,
- infecciones
- enfermedades reumáticas,
- enfermedades musculares,
- tumores,
- …
- tomando medicamentos o sustancias narcóticas,
- actividad física excesiva,
- fuerte tensión y estrés .
Los dolores musculares pueden estar asociados con otros síntomas como:
- debilidad muscular,
- fatiga excesiva ,
- dolor de cabeza ( dolor de cabeza ),
- fiebre y escalofríos ,
- sintomas de gripe,
- impotencia funcional,
- trastornos que afectan a otros órganos y sistemas.
Es fundamental que el médico sepa enmarcar correctamente el dolor muscular observando y describiendo sus características peculiares, para poder rastrear cualquier condición o patología subyacente.
- Muy a menudo, los dolores musculares son leves y de corta duración, y es fácil rastrear la causa (por ejemplo, un esfuerzo físico o un trauma): en este caso, el problema no causa preocupación por volver a la normalidad en unos pocos días.
- En otros casos, los dolores musculares pueden ser persistentes y de entidad considerable, sin poder rastrear la causa que los desencadenó: en tales casos siempre es recomendable acudir al médico para llegar a un diagnóstico correcto y establecer una adecuada y eficaz. tratamiento.

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Causas
Las causas del dolor muscular pueden ser variadas, siendo las principales:
- Lesiones y traumatismos, que se manifiestan con:
- Contractura (similar a un calambre pero en menor medida),
- calambre (contracción involuntaria, repentina y duradera de un músculo),
- estiramiento ( estiramiento excesivo pero sin romper las fibras musculares),
- desgarro (rotura de las fibras musculares debido a una tensión excesiva),
- hematoma muscular (sangrado muscular limitado);
- Enfermedades sistémicas:
- la gripe ,
- infecciones bacterianas o virales;
- Enfermedades reumáticas:
- Enfermedades musculares primarias o secundarias:
- miopatías,
- Distrofia muscular de Becker o Duchenne ,
- miastenia gravis ;
- Tumores musculares primarios o secundarios (sarcomas);
- Triquinelosis (infecciones parasitarias con larvas que pueden enquistarse en los músculos del huésped);
- Poliomielitis , ahora rara en los países occidentales;
- Alteraciones de la curvatura fisiológica de la columna ( cifosis , lordosis, escoliosis );
- Tomando medicamentos como
- algunos antihipertensivos (utilizados para reducir la presión arterial ),
- estatinas (utilizadas para reducir los niveles de colesterol en sangre);
- Sustancias estupefacientes como la cocaína y otras drogas simpatico-miméticas;
- Desequilibrio electrolítico como hipopotasemia (deficiencia de potasio ) por
- esfuerzo físico excesivo,
- deshidratación severa ,
- nutrición desequilibrada;
- Actividad física excesiva generalizada (por ejemplo, una carrera excesivamente prolongada sin la preparación adecuada) debido a la acumulación de ácido láctico;
- Esfuerzo físico excesivo con compromiso específico de una banda muscular específica;
- Fuerte estrés psicofísico, que puede variar de un individuo a otro, agravando posibles dolores musculares;
- Tensión continua de un grupo de músculos para mantener una postura incorrecta ( rigidez de cuello y hombros y dolor de espalda );
- Fibromialgia : enfermedad crónica de causa aún desconocida, caracterizada por un dolor muscular crónico de difícil tratamiento.
Dolores musculares después del entrenamiento (DOMS)
La sensación de dolor muscular después del ejercicio, que suele aparecer la mañana después del entrenamiento, es una afección conocida médicamente como «Dolor muscular de aparición tardía» (DOMS).
Es muy común al iniciar un nuevo programa de ejercicios, cambiar la rutina de entrenamiento o aumentar la duración / intensidad del mismo.
A menudo se piensa que el DOMS es causado por una acumulación de ácido láctico, pero en realidad el mecanismo es diferente; cuando se requiere que los músculos trabajen más de lo que están acostumbrados, se desarrolla un daño microscópico a las fibras que los componen, lo que causa dolor y / o rigidez muscular.
Cualquiera puede desarrollarlos, incluso deportistas profesionales que luchan con nuevas formas de entrenamiento que involucran diferentes grupos musculares, pero ciertamente es más preocupante para quienes inician una nueva actividad física después de un cierto período de sedentarismo.
El pronóstico es excelente, el dolor irá disminuyendo a medida que los músculos se vayan acostumbrando a las nuevas exigencias físicas a las que se ven sometidos, en este caso el dolor forma parte de un proceso de adaptación que conlleva al desarrollo de mayor resistencia y fuerza.
Por lo general, aparecen en la mañana después del entrenamiento, después de la noche, alcanzan su punto máximo entre 24 y 48 horas después y tienden a resolverse en 96 horas (4 días).
Es muy importante que no se confundan con dolores agudos y repentinos, que generalmente indican lesiones y lesiones de diversa índole (esguinces, distensiones, …).
Finalmente, tenga en cuenta que:
- la medicación generalmente no es necesaria, pero el reposo, el hielo y los masajes de los grupos musculares afectados pueden proporcionar cierto alivio);
- El calentamiento no previene la aparición de DOMS, pero sigue siendo útil para reducir el riesgo de lesiones.
- es posible entrenar incluso en presencia de DOMS; al principio es normal sentir molestias, pero esta sensación tiende a reducirse para luego desaparecer con el calentamiento del músculo (para luego volver al final),
- Los DOMS son la expresión de la adaptación / acondicionamiento muscular, lo que significa que los músculos se están adaptando a la nueva actividad; en los entrenamientos posteriores el daño será menor y también el dolor, que gradualmente se irá resolviendo cada vez más rápidamente.
Síntomas
Dependiendo de la causa, el dolor muscular puede estar asociado con varios otros síntomas, como:
- debilidad muscular,
- incapacidad para realizar ciertos movimientos,
- rigidez local, hinchazón y enrojecimiento,
- fatiga excesiva,
- dolor de cabeza (dolor de cabeza),
- fiebre y escalofríos,
- sintomas de gripe,
- trastornos que afectan a otros órganos y sistemas.
Dolor muscular localizado
El dolor afecta a grupos de músculos específicos (por ejemplo, solo el cuello, los brazos o las piernas) y, a menudo, también los tejidos circundantes, como ligamentos, tendones, huesos, articulaciones y tejidos blandos.
Por lo general, las causas son
- postura incorrecta,
- esfuerzo físico excesivo
- o un trauma específico.
Las características peculiares del dolor muscular localizado son:
- menor,
- término corto,
- causa subyacente claramente identificable,
- curación completa después de unos días.
Dolor muscular generalizado
El dolor afecta de forma difusa a una gran parte de los grupos de músculos del cuerpo. La causa más frecuente es el síndrome gripal que se presenta en los primeros días con dolor muscular y astenia severa.
En otros casos, puede haber patologías mucho más graves en la base, que requerirán la intervención del médico para llegar a un diagnóstico correcto y establecer un tratamiento eficaz.
Dolor muscular y fatiga.
Algunas personas tienden a tener mialgia asociada con fatiga crónica y duradera de la que no encuentran alivio. Las causas que pueden dar lugar a este cuadro clínico son:
- La falta de sueño ,
- estrés psicofísico excesivo,
- deficiencias nutricionales: deficiencia de vitaminas o proteínas debido a una dieta inadecuada y desequilibrada,
- deficiencia de hierro y varios electrolitos (sodio, potasio, magnesio , calcio , fósforo, zinc, …),
- La anemia marco crónica (reducción de hemoglobina y glóbulos rojos ) puede tener varias causas que se investigarán cuidadosamente,
- hipotiroidismo : la glándula tiroides produce una cantidad insuficiente de hormonas tiroideas,
- enfermedades autoinmunes y reumáticas,
- enfermedades gastrointestinales: malabsorción, enfermedad celíaca , enfermedad de Crohn , colitis ulcerosa , …
- diabetes mellitus .
En caso de dolor muscular y fatiga crónica que persista durante varios días es recomendable consultar a un médico.
Dolor muscular en los brazos
El dolor muscular en los brazos puede tener varias causas desencadenantes, pero la primera que debe descartarse es la de un ataque cardíaco en curso, que a menudo se manifiesta con dolor en el pecho que tiende a irradiarse especialmente al brazo izquierdo.
Otras causas pueden ser:
- Hernia de disco cervical: la hernia del núcleo pulposo de las vértebras cervicales puede irritar las raíces nerviosas que sobresalen a ese nivel. Esto puede provocar una pérdida de fuerza muscular en el brazo, alteración de la sensibilidad con parestesia (sensación de hormigueo) y dolor crónico.
- Artritis escápulo – humeral: irritación o calcificación de los tendones de los músculos del hombro (especialmente de los suprabarbados) que provoca un dolor intenso típicamente nocturno que obliga a despertar e impide los movimientos normales del brazo afectado.
- Otras causas:
- síndrome de la salida torácica superior,
- fibromialgia
- lesiones traumáticas en músculos y huesos braquiales,
- siringomielia
- y otras patologías de la médula espinal.
Dolor muscular en las piernas
Además de las causas ya tratadas, los dolores musculares en las piernas pueden deberse más específicamente a:
- Enfermedad arterial periférica con suboclusión arterial: el dolor se presenta después de una caminata más o menos larga dependiendo de la gravedad de la oclusión. Se asocia a piel fría y pálida con sensación de picor . Requiere intervención médica inmediata.
- Ciática por compresión mecánica del nervio isquiático secundaria a hernia de disco lumbosacro.
- Enfermedad de Lyme y otras infecciones sistémicas.
- Esclerosis múltiple y otras patologías musculoesqueléticas y neurológicas.
Dolores musculares en niños.
Ocurrencia relativamente rara, con dolor que ocurre principalmente en las extremidades sin una causa fácilmente identificable.
En el pasado se hablaba de » dolores de crecimiento «, pero hasta la fecha no se ha encontrado una correlación científicamente válida. Más que el crecimiento, la causa de estos trastornos se debe al esfuerzo físico excesivo en individuos con cartílagos y tendones aún inmaduros y en continuo crecimiento.
Las características peculiares de este tipo de dolor son:
- localización bilateral en los pies, piernas y pantorrillas o brazos,
- a menudo se levantan por la noche cuando el niño se despierta,
- dolor muscular de intensidad leve a media.
Estos dolores son temporales y desaparecen a medida que el bebé crece.
En cualquier caso, es recomendable contactar con un médico que podrá enmarcar mejor la patología, excluyendo otras causas mucho más graves.
Cuando ver a su doctor
En caso de dolor muscular, es importante consultar a un médico de inmediato si:
- El dolor persiste durante varios días y es muy intenso.
- No existe una causa fácilmente identificable.
- Ocurre en niños.
- Hay signos de infección o inflamación.
- Hay signos de mordeduras de animales o picaduras de insectos .
- Tiene varios síntomas asociados.
- Probablemente la causa sea la administración de un fármaco.
Comuníquese con la sala de emergencias si aparecen:
- dificultad en la respiración ,
- dificultad para tragar ,
- debilidad muscular que impide cualquier movimiento del cuerpo,
- severos vómitos , muy intensa rigidez en el cuello o fiebre alta.
Diagnóstico
Es importante reconocer las formas en las que puede producirse el dolor muscular y saber identificar las características peculiares:
- Tipo de dolor:
- calambres
- sordo,
- constrictivo
- perforación,
- …
- Duración:
- agudo,
- crónico
- Asociación con otros síntomas
- Presencia de patologías concomitantes.
El médico realiza la historia clínica y la exploración física que le permiten llegar a una primera hipótesis diagnóstica, pero en ocasiones es útil recurrir a más pruebas para confirmar el diagnóstico, entre ellas:
- análisis de sangre,
- exámenes de imágenes como ultrasonido , tomografía computarizada y resonancia magnética ,
- biopsia de músculo.
Tratamiento y remedios
El abordaje terapéutico obviamente depende muy de cerca de la causa desencadenante, desde un punto de vista sintomático es posible hacer uso de:
- medicamentos
- medicamentos antiinflamatorios (AINE),
- relajantes musculares,
- analgésicos;
- descansar, para permitir que los músculos se recuperen;
- baño caliente, que ayuda a relajar los músculos y a aliviar la tensión;
- masoterapia (masajes) y otras técnicas de fisioterapia en caso de dolores relacionados con traumatismos o lesiones debidas a la actividad física
En cuanto al dolor muscular que se produce durante la actividad física, a menudo relacionado con un tirón o desgarro muscular, generalmente responde adecuadamente al protocolo RICE (del inglés Rest, Ice, Compression, Elevation):
- Descansar.
- Hielo (ciclos de aplicación de 15-20 minutos, varias veces al día).
- Compresión (vendaje de compresión para reducir la hinchazón).
- Elevación (elevar el pie para ayudar a reducir la hinchazón ).
En algunos casos, por ejemplo muchos episodios de dolor de espalda, después de los primeros 2-3 días, el descanso absoluto de cualquier actividad puede volverse contraproducente.
La aplicación de hielo durante las primeras 24 a 72 horas después de la lesión ayuda a reducir el dolor y la inflamación, después de lo cual suele aplicarse calor (que tiene un efecto relajante muscular).
Prevención
Algunas precauciones pueden representar una importante herramienta de prevención:
- Calienta bien tus músculos antes de realizar cualquier tipo de actividad física.
- Beber muchos líquidos antes, durante y después de la actividad física, evitando la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos.
- En caso de actividad laboral sedentaria (como sentarse en un escritorio durante muchas horas), es recomendable levantarse cada 1-2 horas y realizar movimientos como una caminata corta.
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