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Introducción
La caries, que es la enfermedad infecciosa crónica más común en los niños, es básicamente una lesión (agujero) del diente que surge en la superficie y avanza en profundidad; es causada por la placa, un conjunto de microorganismos que se adhieren obstinadamente entre sí y a la superficie del diente (esmalte).
Aunque en realidad es una enfermedad infecciosa, la caries dental no es contagiosa.
Se trata de una lesión permanente y, por tanto, es de fundamental importancia hacer todo lo posible para prevenir su aparición y / o intervenir de forma inmediata.
Los síntomas más comunes de la caries dental incluyen:
- dolor de muelas,
- sensibilidad y ternura en caso de contacto con dulces, calientes o fríos,
- lesiones o agujeros visibles incluso a simple vista.
Si no se toman medidas para tratarla, la caries puede penetrar las capas más profundas del diente hasta llegar al nervio, provocando dolor de muelas y abscesos ; en el peor de los casos, puede provocar la pérdida de dientes.
Para prevenir su formación es aconsejable:
- cepillarse los dientes a diario con un cepillo de dientes y pasta de dientes con flúor,
- uso diario de hilo dental o cepillado entre los dientes,
- limitar el consumo de alimentos dulces,
- someterse a un escalado regular (limpieza de dientes en el dentista).
Aunque es más común en los niños, puede afectar a cualquier grupo de edad.
Caries en los dientes de leche
Los dientes de leche también están sujetos al posible desarrollo de caries, causando no solo dolor, sino también complicaciones potencialmente graves; La correcta higiene bucal, hábito que debe enseñarse desde temprana edad, es sin duda la estrategia preventiva más eficaz para reducir el riesgo de desarrollar infecciones y aumentar las posibilidades de una cavidad bucal sana en el futuro.
Por tanto, es bueno despejar el campo de cualquier duda, los dientes de leche cariados deben ser tratados como permanentes , sometiéndolos a la atención del dentista para la elección del mejor abordaje; de hecho es muy común encontrar niños con caries tan avanzada que les provocó una caída prematura del diente (o requirió su extracción), situación que los expone al riesgo de trastornos como
- maloclusión ,
- reducción del espacio para el crecimiento del diente permanente,
- …
Por ello, la extracción, a diferencia del pasado, hoy representa la última opción viable, favoreciendo cuando sea posible un abordaje más conservador, que sin embargo depende de los síntomas, la edad y salud general del niño y la gravedad de la afección. En la mayoría de los casos, el tratamiento requiere la extracción de la parte cariada del diente y su reemplazo con un empaste.

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Causas
La aparición de caries, en adultos y niños, se debe fundamentalmente a 3 factores:
- carga bacteriana,
- azúcares
- hora.
La boca ciertamente no es un ambiente estéril, sino que es muy rica en bacterias que actúan como comensales y no pueden (¡no deberían!) Ser eliminadas; en algunas condiciones, la proliferación bacteriana puede hacerse cargo y provocar la aparición del efecto patógeno de la formación de caries.
La caries es, por tanto, el resultado de un proceso infeccioso por bacterias que normalmente son inofensivas, si no realmente útiles para prevenir la proliferación de especies más peligrosas.
La presencia de grandes cantidades de azúcar estimula la producción de sustancias ácidas por parte de las bacterias presentes, sustancias capaces de adherirse al diente (placa) y penetrar en el esmalte que normalmente protege el diente: este es el comienzo de la caries. Cuando las bacterias logran atravesar el esmalte y llegar a la dentina, la acción de erosión se vuelve más fácil para ellas y por lo tanto el daño aparece más rápidamente.
Los síntomas suelen estar asociados con llegar al tejido pulpar, el más interno.
Evidentemente, el organismo tiene numerosos procesos defensivos y, por tanto, normalmente no debería producirse ningún ataque; en presencia de factores predisponentes específicos, las capacidades de defensa pueden volverse insuficientes, exponiendo así los dientes al ataque de las bacterias presentes.
Pensemos por ejemplo en:
- reducción de la saliva, que normalmente actúa amortiguando la acidez necesaria para atacar el esmalte, que puede producirse por enfermedades, fármacos, deshidratación, …
- reducción de las defensas inmunitarias, por estrés, otras enfermedades, fármacos, …
- consumo excesivo de azúcar,
- consumo excesivo de bebidas ácidas (por ejemplo, zumo de naranja).
Una vez establecida, la formación de la cavidad continúa sin más obstáculos hasta llegar a la pulpa del diente, que no tiene capacidad de defensa ni de reparación, por lo que cualquier daño es permanente.
Factores de riesgo
Si bien la caries dental es un problema de salud que puede afectar a cualquier persona, es posible identificar algunos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que ocurra:
- la edad, los niños y los ancianos son los más afectados por el problema,
- dieta, especialmente en el caso de abuso de alimentos y bebidas dulces,
- mala higiene bucal,
- falta de flúor (generalmente se administra a los niños en forma de suplementos, pero siempre debe estar presente en la odontología elegida),
- sequedad de boca (por enfermedad, tabaquismo , anorexia nerviosa , drogas, …),
- predisposición familiar (los dientes de algunos sujetos pueden ser más sensibles al ataque de bacterias cariogénicas),
- embarazo (debido al aumento de estrógeno y progesterona, que puede afectar la producción de saliva),
- presencia de enfermedades crónicas (debido al riesgo de defensas inmunitarias reducidas),
- contacto con sustancias ácidas ( trastornos de la alimentación que implican vómitos autoinducidos , reflujo gastroesofágico , consumo excesivo de bebidas ácidas como zumos de cítricos, …).
Los dientes posteriores (molares y premolares) son generalmente los más afectados.
Síntomas
Los posibles síntomas de la caries son:
- el dolor, que puede ser tanto continuo como intermitente, en algunos casos es tan severo que impide el sueño ya que puede aumentar la noche;
- aumento de la sensibilidad dental, que empeora en presencia de alimentos o bebidas calientes, fríos o dulces,
- manchas de color oscuro (gris, marrón o negro) en el diente afectado,
- halitosis ,
- alteración del sentido del gusto .
El tipo y la extensión de los síntomas pueden variar significativamente de un paciente a otro, según la extensión y la ubicación del daño.
Complicaciones
La caries dental no tratada puede provocar gingivitis y abscesos.
La gingivitis es una inflamación de la encía, que se enrojece, se hincha y duele, y se ve favorecida por la acumulación de placa.
El absceso es una infección que puede provocar un dolor punzante y particularmente intenso; por lo general, requiere terapia con antibióticos para resolverse.
En el peor de los casos, el descuido de la caries puede llevar a la pérdida de dientes y se reportan casos en los que la infección local se ha extendido lejos (infección séptica odontogénica).
Diagnóstico
En la mayoría de los casos el diagnóstico se realiza tras una inspección visual por parte del odontólogo, pero en casos particulares (caries muy avanzada y / o en posiciones difíciles de evaluar) se puede recurrir a la radiografía .
Tratamiento y remedios
El tipo de tratamiento de la caries depende estrictamente de la gravedad de la situación; en casos de diagnóstico precoz en ocasiones es posible intervenir con la única modificación del estilo de vida (mejora de la nutrición, higiene bucal, …) y la aplicación de gel a base de flúor (o de otra forma) para aumentar la resistencia de los dientes contra la agresión de la placa y las bacterias.
En los casos de cavidades más importantes, generalmente se retira el tejido cariado y el posterior relleno con diferentes materiales, elegidos en función de las necesidades estéticas, funcionales y económicas.
Cuando la caries ha llegado a la pulpa del diente, la situación ciertamente se ve más comprometida; proceder retirando la pulpa en caso de imposibilidad de conservación y posterior obturación ( desvitalización ). En algunos casos de pulpitis en estadio temprano es posible proceder a tratamientos más conservadores, pero la evolución es difícil de predecir.
En casos más avanzados finalmente puede ser necesario recurrir a la extracción dentaria.
Prevención
El punto central de la estrategia preventiva de la caries es, sin duda, una correcta y diaria higiene bucal, realizada mediante el uso de cepillos de dientes e hilo dental (o cepillos en el caso de espacios interdentales especialmente grandes), y un control periódico por parte de los profesionales responsables. (dentista e higienista dental).
De hecho, una buena limpieza de los dientes tiene un doble propósito:
- reducir la cantidad de bacterias presentes,
- eliminar los residuos de alimentos con acción cariogénica.
De particular importancia es el cepillado de los dientes por la noche, para evitar la transformación en placa de los alimentos durante la noche.
Dado que el flúor es capaz de favorecer la remineralización del esmalte y reducir la formación de caries, se recomienda utilizar una pasta de dientes que lo contenga y, en la infancia, a juicio del pediatra, se puede asociar al uso de suplementos específicos. .
Se recomienda reducir el consumo de alimentos y bebidas dulces, que favorecen la proliferación bacteriana y sobre todo la producción de metabolitos ácidos responsables del ataque al esmalte.
Dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol ciertamente puede favorecer el mantenimiento de un buen estado de salud bucal, reduciendo el riesgo de producción insuficiente de saliva y evitando la erosión del esmalte por el alcohol.
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